Antes de la llegada de los españoles, México fue el hogar de civilizaciones extraordinarias que dejaron un legado cultural, científico y arquitectónico que aún hoy asombra al mundo. Desde las imponentes pirámides hasta los intrincados sistemas de escritura y astronomía, estas culturas fueron pioneras en muchos aspectos del conocimiento humano.
Entre las más destacadas se encuentran los olmecas, conocidos como “la cultura madre” de Mesoamérica. Su legado incluye el impresionante arte de las cabezas colosales y los primeros indicios de escritura jeroglífica en la región.
Los mayas, famosos por su precisión astronómica y su calendario, desarrollaron ciudades majestuosas como Chichén Itzá y Palenque. Su conocimiento en matemáticas y arquitectura sigue siendo objeto de estudio y admiración.
Por otro lado, los mexicas o aztecas dejaron su huella con Tenochtitlán, la impresionante ciudad construida en el lago de Texcoco, que hoy forma parte de la Ciudad de México. Su organización política y militar fue fundamental para consolidar un vasto imperio en tan solo dos siglos.
En el Valle de Oaxaca, los zapotecas y mixtecas destacaron por su arte orfebre y su escritura, mientras que los purépechas del occidente del país desarrollaron técnicas avanzadas de metalurgia.
Estas civilizaciones no solo construyeron grandes ciudades y dejaron avances científicos; también transmitieron cosmovisiones profundamente conectadas con la naturaleza, la espiritualidad y la comunidad.
Explorar este pasado no solo nos conecta con nuestras raíces, sino que nos inspira a valorar el ingenio y la creatividad de las culturas que dieron forma a México.
