Cada año descansamos el primer lunes de febrero, así lo establece la Ley Federal del Trabajo. Pero, ¿sabes por qué?
La fecha hace referencia al origen de la Constitución que nos rige actualmente. Se trata del Día de la Constitución, el 5 de febrero, pero cuyo día feriado se recorre al lunes para que los trabajadores cuenten con un fin de semana largo. Es el segundo del año, luego de los días feriados por Navidad y Año Nuevo.
El 5 de febrero, pero de 1917, Venustiano Carranza, Jefe del Ejército Constitucionalista y encargado del Poder Ejecutivo, promulgó el documento de 136 capítulos. Esta Constitución incluyó, por primera vez, los derechos sociales en una Carta Magna. En ella se consagraron las demandas populares de la Revolución Mexicana que dirigentes como Pancho VIlla, Emiliano Zapata y los hermanos Flores Magón impulsaron.
Durante el neoliberalismo, la Constitución de 1917 llegó a perder su esencia social, humanista y revolucionaria. Las reformas del PRIAN le quitaron poder al Estado mexicano, para favorecer a las empresas transnacionales. Asimismo, dividieron las tareas de algunas dependencias en organismos autónomos, quitándole responsabilidades al Gobierno.
Dicha naturaleza fue recuperada por la Cuarta Transformación gracias al paquete de reformas de los Presidentes Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum. No solo han devuelto al Pueblo empresas como Pemex y CFE, sino que recuperaron las causas de no reelección, asistencia a grupos vulnerables y mejora de condiciones laborales.