Ciudad de México a 12 junio, 2025, 22: 36 hora del centro.

Pepe Mujica, el alma humilde de Uruguay que inspiró una nueva forma de hacer política

América Latina despide hoy a uno de sus líderes más entrañables y coherentes: José «Pepe» Mujica Cordano, expresidente de Uruguay, símbolo de la honestidad, la lucha social y la dignidad política. Su fallecimiento marca el cierre de una época, pero también deja un legado que seguirá inspirando a generaciones enteras que sueñan con una región más justa, humana y solidaria.

Exguerrillero tupamaro, preso político durante la dictadura militar uruguaya, Mujica pasó 13 años encarcelado en condiciones extremas antes de reincorporarse a la vida democrática del país. Esa experiencia forjó su visión de vida: sencilla, empática y profundamente comprometida con los sectores más vulnerables.

En 2010, llegó a la presidencia de Uruguay con el Frente Amplio. Durante su mandato (2010–2015), impulsó reformas progresistas que transformaron a su país en un referente mundial: legalizó el matrimonio igualitario, reguló el mercado de la marihuana con enfoque sanitario y social, y apostó por la redistribución de la riqueza sin discursos grandilocuentes, pero con resultados palpables.

Más allá de las leyes, lo que convirtió a Mujica en una figura admirada internacionalmente fue su forma de vivir: rechazó los lujos del poder, donó gran parte de su salario presidencial, y siguió habitando su chacra en las afueras de Montevideo, acompañado de su inseparable compañera, Lucía Topolansky, y su perro “Manuela”.

Mujica se convirtió en un símbolo de coherencia. En sus discursos, llamaba al consumo responsable, al respeto a la naturaleza, a la paz, al amor por la vida sencilla. Su voz retumbó en las Naciones Unidas como un eco de lo que América Latina puede y debe ser: una región soberana, con líderes cercanos al Pueblo, humildes, pero profundamente comprometidos con la transformación social.

Su figura inspiró a líderes progresistas de toda la región y demostró que sí existe otra forma de ejercer el poder: una que no se basa en la ambición personal ni en el ego, sino en la empatía, la justicia y la responsabilidad colectiva.

Hoy, el continente entero llora su partida, pero también agradece su existencia.

Descanse en paz, Pepe Mujica. América Latina te llevará siempre en el corazón.

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