A pesar de la incertidumbre global, México se mantiene como una economía emergente atractiva para inversionistas internacionales, según el análisis del Grupo Bursátil Mexicano (GBM).

El equipo de GBM destaca que, aunque el crecimiento económico proyectado para este año es limitado (alrededor del 0.5 %), las condiciones mejorarán hacia el segundo semestre. La conducción económica del país, «moderada y pragmática», ha favorecido una narrativa positiva frente a otros países de América Latina.

Sectores como consumo, tecnología, salud y fintech han mostrado resiliencia en medio de tensiones macroeconómicas y comerciales, y podrían marcar un viraje favorable en los próximos meses.

Sin embargo, GBM advierte sobre riesgos como la desaceleración del empleo formal, el aumento de la subocupación y la presión sobre remesas, lo que podría impactar en el ingreso disponible de las familias.

En resumen: México se posiciona como una alternativa sólida entre las economías emergentes, con oportunidades crecientes hacia finales de 2025, pero el panorama sigue marcado por la volatilidad externa y desafíos internos.