El rostro de la corrupción panista vuelve a quedar expuesto. Bernardo Gómez Guajardo, regidor del cabildo de Río Bravo, Tamaulipas, y militante del Partido Acción Nacional (PAN), fue detenido en Estados Unidos junto a su esposa por presuntamente participar en un fraude electrónico millonario con recursos destinados a apoyar a empresas durante la pandemia de COVID-19.
De acuerdo con la investigación, Gómez Guajardo y sus cómplices alteraron documentos fiscales para inflar solicitudes de los programas de apoyo económico PPP y EIDL, desviando más de 11 millones de pesos que terminaron en cuentas personales, criptomonedas y lujos privados. De comprobarse su responsabilidad, podría enfrentar hasta 20 años de cárcel y multas de 250 mil dólares.
La noticia golpea de lleno a la administración municipal de Río Bravo y al propio PAN, pues el regidor no solo formaba parte del cabildo, también residía en McAllen, Texas, lejos de las necesidades de la gente a la que debía representar. Su detención exhibe, una vez más, la doble moral del panismo: mientras en campaña presumen honestidad, en la práctica son cómplices de fraudes y saqueos.
Tamaulipas no olvida. Durante los gobiernos panistas de Cabeza de Vaca y sus aliados, se acumularon cientos de carpetas por corrupción y desfalcos multimillonarios. Ahora, la captura de un regidor panista en el extranjero demuestra que la podredumbre azul no conoce fronteras.
El Pueblo sabe quiénes son: los mismos que se llenaban la boca hablando de “transparencia” mientras usaban cargos públicos para enriquecerse. Hoy, el caso de “regidor panista fraudulento” se suma a la larga lista de vergüenzas del PAN en Tamaulipas.