El presidente de Argentina, Javier Milei, elogió este miércoles ante la Asamblea General de la ONU las políticas migratorias y económicas de Donald Trump, calificándolas de “decisiones titánicas” para evitar una “catástrofe global”. Sin embargo, su discurso pasó prácticamente desapercibido: la sala estaba vacía y ningún líder pareció prestarle atención.
Entre elogios a la austeridad y a la “reestructuración sin precedentes del comercio internacional”, Milei instó a la ONU a seguir su ejemplo argentino, con recortes y auditorías al estilo “motosierra”. Todo esto mientras los diplomáticos presentes parecían más interesados en revisar sus agendas que en escuchar sus propuestas.
El episodio se suma a la larga lista de momentos en los que Milei, famoso por su retórica estridente, genera titulares… pero no público. Mientras hablaba de “limpieza de la captura institucional del Estado americano” y de “crisis de deuda sin parangón”, la Asamblea permanecía desierta, dejando claro que fuera de su país, sus discursos no siempre encuentran eco.
Al final, quedó la sensación de que Milei había hecho todo el trabajo para hablarle a una sala vacía. La ONU escuchó, sí, pero solo en silencio y sin aplausos.