La Mañanera del viernes fue histórica y llena de simbolismo. La Presidenta Claudia Sheinbaum encabezó una jornada nacional que, a 11 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, demuestra un cambio radical en el papel de la juventud en México.
Mientras antes el Estado perseguía, reprimía y encubría la violencia, hoy los jóvenes son protagonistas de la pacificación y el desarrollo comunitario. En un acto sin precedentes, se convocó a un tequio de paz en los 32 estados del país, involucrando a miles de jóvenes en acciones concretas para transformar sus comunidades, calles y familias.
El director del IMJUVE, Abraham Carro, junto con su equipo, fue reconocido por hacer posible esta movilización, demostrando que la 4T apuesta por una juventud activa, organizada y comprometida con el proyecto nacional.
“Está claro que los jóvenes y las jóvenes son pieza clave en el desarrollo de nuestro proyecto nacional”, aseguró la Presidenta, subrayando la importancia de empoderar a quienes representan el futuro del país.
Con esta jornada, la 4T marca una línea histórica: de la impunidad y el encubrimiento a la participación ciudadana y la reconstrucción de la paz.