La Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, envió a la Cámara de Diputados la iniciativa para expedir la Ley General de Aguas y reformar la Ley de Aguas Nacionales, con el objetivo de garantizar que el agua sea un derecho y no una mercancía.
“Este cambio a la Ley de Aguas Nacionales es una buena forma de celebrar el primer año de Gobierno. El agua por la Constitución es un recurso de la nación y se puede concesionar, pero ya no se podrá vender ni transmitir concesiones entre privados”, destacó la Mandataria durante su conferencia matutina.
La reforma contempla:
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Ordenamiento de concesiones: El Estado regulará y garantizará el uso del agua; se prohíbe la transmisión de títulos y cambios de uso.
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Combate al uso indebido y robo del agua: Se fortalecen sanciones y se crean delitos hídricos con penas de 1 a 10 años de prisión y hasta 4 mil días multa.
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Fondo de Reserva de Aguas Nacionales: Permite reasignar el recurso mediante planeación estratégica.
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Eficiencia y planeación hídrica: Promoción de tecnificación, medición del uso y regulación de captación de agua pluvial.
Ernestina Godoy Ramos, consejera jurídica, destacó que la iniciativa garantiza el uso eficiente del agua como un derecho humano y recurso estratégico, mientras que Efraín Morales, director de Conagua, resaltó que reconoce sistemas comunitarios y define competencias de los tres niveles de gobierno.
Con estas reformas, México busca recuperar el control del agua y evitar que vuelva a convertirse en un privilegio de unos pocos, cumpliendo con los artículos 4 y 27 de la Constitución.