La Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina, encabezó el acto solemne en la Plaza de las Tres Culturas, donde reafirmó el compromiso de su administración con la justicia, la memoria y las libertades democráticas, haciendo un llamado internacional por la Paz y Derechos Humanos, pidiendo el cese de la violencia en el mundo y condenando el genocidio.
Al inicio de su discurso, la Jefa de Gobierno destacó el significado histórico y político del lugar de la conmemoración, donde rindió homenaje a los caídos del movimiento estudiantil de 1968.
“Nos encontramos hoy en la Plaza de las Tres Culturas, un espacio de memoria, de resistencia, de dignidad… Y en este mismo lugar, donde hace 57 años la esperanza de miles de jóvenes fue cruelmente borrada, hoy nos reunimos para reafirmar un compromiso que nos acompaña generación tras generación, el 2 de octubre no se olvida”, pronunció.
Subrayó que la lucha por las libertades democráticas costó vidas y definió a la masacre como el desenlace brutal de un movimiento que encendió una llama democrática que el régimen de entonces no pudo tolerar, destacando que las libertades democráticas se conquistaron con el luto y la sangre de quienes cuestionaron a un régimen autoritario.
“Estar aquí es ante todo un sitio de memoria, un acto de resistencia frente al olvido, un recordatorio de que las libertades democráticas fueron conquistadas con el luto y la sangre de estudiantes, maestras, maestros, periodistas, trabajadores, trabajadoras que se atrevieron a cuestionar a un régimen autoritario, tecnocrático y cerrado al diálogo”, agregó.
Afirmó que este crimen fue cometido contra jóvenes que exigían derechos básicos como el de petición, expresión, reunión y manifestación, siendo la lucha por las libertades democráticas una de las causas principales del movimiento. Sostuvo que el 68 fue un parteaguas y un despertar social que abrió la puerta a posteriores luchas democráticas, haciendo un reconocimiento al Gobierno federal por su postura histórica sobre los hechos.
«Hoy podemos conmemorar el 2 de octubre también sabiendo que el Estado mexicano, encabezado por una hija del 68, nuestra Presidenta Claudia Sheinbaum, reconoce públicamente la masacre del 2 de octubre como un crimen de lesa humanidad, esto hace diferente la conmemoración del 2 de octubre», acotó.
La Jefa de Gobierno se comprometió con el Comité 68 a continuar la lucha por la verdad y la justicia, asumiendo el deber de que estos crímenes no se repitan y que las instituciones responden al pueblo.
«Quiero saludar al comité y decirle que reconocemos el acompañamiento que ha hecho en todas las luchas, las causas. Reconocemos esta gran tarea de seguir enarbolando hacer justicia, pero decirles públicamente que el Gobierno de la Ciudad de México retoma las causas, el acompañamiento para sellar la justicia y dar garantía de que no se olvida y de que todavía hay mucho por hacer», apuntó.
Al finalizar, Clara Brugada amplió el mensaje de la conmemoración hacia un llamado mundial por la paz y los derechos humanos, haciendo referencia a los conflictos internacionales actuales.
“Hoy es un día importante para decir que nos pronunciamos por la paz, los derechos humanos en la Franja de Gaza y nos sumamos al clamor mundial que exige el cese del genocidio… Ante el dolor, el horror bélico y los atropellos, nuestro espíritu pacifista siempre estará al lado de las personas, las niñas y los niños, los ancianos, las madres, de las víctimas, de las y los trabajadores, las y los oprimidos que tienen derecho a construir su propio destino”, expresó.
Concluyó su participación señalando que el mejor homenaje a los caídos es seguir construyendo una sociedad más justa y libre, dijo que «la democracia se defiende todos los días construyendo, construyendo, imaginando un mundo de justicia y libertad. Al conmemorar el 2 de octubre, decimos con claridad que fue una lucha, la lucha del 68 que abrió los ojos de todo un país».
En uso de la voz, la representante por la Escuela de Odontología ante el Consejo Nacional de Huelga durante el movimiento estudiantil de 1968, Marcia Gutiérrez Cárdenas, recordó aquella unión en el que estudiantes de diversas instituciones educativas se organizaron para hacer uso de su libertad de expresión por las calles de la Ciudad de México. Rindió homenaje a los caídos, encarcelados, perseguidos, golpeados y todos los que participaron en el movimiento y definió al movimiento de 1968 como de masas, democrático, libertario y popular en contra de un régimen autoritario, violento, injusto y hegemónico que optó por la represión
El representante ante el Consejo Nacional de Huelga por la Facultad de Ingeniería de la UNAM, Félix Hernández, exhortó a todas y todos a mantener viva la memoria, para que a través de nuestro pasado podamos crear un mejor presente y futuro, donde las injusticias y los errores no vuelvan a repetirse, y recordó el contexto internacional de movilización juvenil de 1968, haciendo un llamado a manifestarse y a construir la paz ante el genocidio en Gaza, afirmando que los pueblos palestinos e israelíes tienen derecho a la libertad y a la vida.
La ceremonia concluyó con la entonación del Himno Nacional Mexicano, con un llamado unánime: «2 de octubre, no se olvida».