La Presidenta Claudia Sheinbaum respondió con firmeza al anuncio del gobierno de Estados Unidos sobre posibles operaciones encubiertas de la CIA en Venezuela, dejando claro que México no permitirá injerencias extranjeras bajo ningún pretexto y que la soberanía nacional no se negocia.

Desde Palacio Nacional, Sheinbaum subrayó que la postura mexicana frente al injerencismo no es un asunto coyuntural, sino un mandato constitucional sustentado en los principios de autodeterminación de los pueblos, no intervención y respeto mutuo entre naciones, establecidos desde el artículo 89 de la Carta Magna.

La Mandataria señaló que, históricamente, el intervencionismo estadounidense ha traído graves consecuencias en América Latina, y que México mantendrá su independencia política frente a cualquier intento de presión o manipulación internacional.

“Nuestra Constitución es clara: México es libre, soberano e independiente. Ninguna potencia puede decidir sobre el destino de otro pueblo”, enfatizó.

Además, Sheinbaum adelantó que su administración presentará una iniciativa de reforma constitucional para reforzar la prohibición de cualquier intervención extranjera sin consentimiento del Estado mexicano, modificando el artículo 40 de la Constitución. La propuesta busca blindar legalmente la soberanía nacional y asegurar que ningún gobierno futuro pueda actuar en complicidad con intereses externos.

La Presidenta destacó que México sí promueve la cooperación internacional, pero siempre desde el respeto y la igualdad entre países.

“La cooperación no significa subordinación. México no acepta imposiciones, chantajes ni operaciones encubiertas que atenten contra su dignidad ni su independencia”, afirmó.

Con esta postura, Sheinbaum envía un mensaje contundente a Washington y al mundo: México no será cómplice de intervenciones disfrazadas de ayuda humanitaria ni de estrategias geopolíticas. La Jefa del Estado mexicano reafirmó que la Cuarta Transformación continuará defendiendo una política exterior basada en principios, no en intereses.

La respuesta de Sheinbaum llega en medio del creciente debate internacional por el papel de Estados Unidos en América Latina, donde, bajo distintos pretextos, ha impulsado operaciones encubiertas y sanciones que vulneran la soberanía de naciones como Venezuela, Cuba y Nicaragua.

“En México ya no manda la embajada de Estados Unidos. Manda el pueblo de México, y su Constitución”, concluyó Sheinbaum, marcando distancia con los gobiernos del PRIAN que —dijo— históricamente actuaron de rodillas frente a Washington.