Parece que ni las horas de propaganda disfrazada de noticiero, ni los tuits llenos de soberbia logran hacer despegar a Ricardo Salinas Pliego, el magnate de TV Azteca, Banco Azteca y Elektra. Según la más reciente encuesta de Territorial, publicada el 15 de octubre de 2025, el empresario cayó hasta el quinto lugar entre los posibles candidatos presidenciales de la oposición.
🚨 CAE HASTA EL CUARTO LUGAR Salinas Pliego entre los Presidenciables
Qué mal estará que hasta el ExPrófugo de la Justicia Ricky Rickin Canallin tiene más posibilidades de ser presidente que el dueño de Azteca. NO SE BURLEN…🤭😂😂 pic.twitter.com/bbTEgnmn7X
— La Catrina Norteña (@catrina_nortena) October 17, 2025
El estudio, realizado del 5 al 10 de octubre con 2,000 entrevistas telefónicas y un margen de error de ±3%, coloca a Samuel García, gobernador de Nuevo León, a la cabeza con 25.5% de preferencia. Le siguen Jorge Álvarez Máynez (20.5%) y Luis Donaldo Colosio Riojas (18.2%), ambos de Movimiento Ciudadano, mientras que en cuarto lugar aparece Ricardo Anaya, del PAN, con 15.9%.
Y ahí, rezagado, aparece Salinas Pliego con un modesto 10.7%, quedando incluso debajo del ex prófugo de la justicia “Ricky Rickin Canallin”, quien en 2018 huyó de México entre acusaciones de corrupción. Detrás del empresario televisivo apenas figuran Teresa Jiménez, actual gobernadora panista de Aguascalientes (7.1%), y Alejandro “Alito” Moreno del PRI (2.2%), quien más que crecer, parece cavar su propia tumba política.
La encuesta no solo refleja un desplome, sino también el fracaso del intento de Salinas Pliego por venderse como “antisistema” desde la comodidad de su fortuna multimillonaria. A pesar de usar sus plataformas mediáticas para atacar al gobierno y victimizarse como “empresario perseguido”, los números no mienten: la ciudadanía no lo compra.
Mientras tanto, los candidatos de Movimiento Ciudadano capitalizan el voto joven y urbano, y el PAN intenta revivir con las sobras de su viejo liderazgo. En medio del caos opositor, Salinas Pliego parece quedarse sin audiencia ni credibilidad, demostrando que los likes y los videos en redes no alcanzan para construir un proyecto político.
La conclusión es tan clara como cómica: ni con toda su televisión, ni con todo su dinero, ni con todos sus discursos de “libertad económica” logra convencer a la gente.
El empresario que creía poder comprar la Presidencia con spots y sarcasmo, hoy apenas alcanza el quinto lugar. Y eso, siendo generosos.