Bajo el lema “No a los Reyes”, miles de ciudadanos salieron este sábado a las calles de distintas ciudades de Estados Unidos para protestar contra el presidente Donald Trump, a quien acusan de actuar como un dictador y de pretender concentrar un poder absoluto.
Las manifestaciones, organizadas por el movimiento “No Kings”, reunieron a más de 300 organizaciones civiles y se llevaron a cabo en más de 2,700 localidades —desde Nueva York hasta San Francisco—, incluyendo una concentración cerca de la residencia de Trump en Mar-a-Lago, Florida.
Los organizadores afirmaron que la movilización busca recordar que “Estados Unidos no tiene reyes” y denunciar el creciente autoritarismo del mandatario, quien ha desplegado tropas en varias ciudades y amenazado con usar la fuerza para sofocar protestas sociales.
“Trump cree que su poder es absoluto, pero somos un país de leyes, de democracia y de igualdad. No seremos silenciados”, declaró Deirdre Schifeling, directora política de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU).
Desde Hollywood hasta el Congreso, diversas figuras se sumaron a las críticas. El actor Robert De Niro grabó un video en el que afirmó: “Tenemos a un aspirante a rey que quiere arrebatarnos la democracia: el Rey Donald I”.
Mientras tanto, el presidente respondió en una entrevista con Fox News: “Dicen que me llaman rey. No soy un rey”. Sin embargo, sus aliados republicanos calificaron las marchas como actos de “odio a Estados Unidos”, lo que avivó aún más la polarización.
En contraste, líderes demócratas como Glenn Ivey señalaron que las protestas son “una respuesta legítima al intento de Trump por socavar el Estado de derecho y la democracia”.
Las protestas se replicaron en los 50 estados del país y en ciudades de Canadá, marcando uno de los mayores actos de resistencia civil desde el regreso de Trump a la Casa Blanca.
El mensaje fue unánime: “No a los reyes. No al autoritarismo. Sí a la democracia.”
