Parece que a Ricardo Salinas Pliego le llegó la hora de pasar por caja. La Suprema Corte de Justicia de la Nación estrenó la nueva Ley de Amparo con un viejo conocido: Grupo Elektra, la empresa del magnate que se niega a pagar sus impuestos desde hace más de una década.

Con siete votos a favor y uno en contra, los ministros aplicaron por primera vez las reformas centradas en evitar las suspensiones y los trucos legales para alargar juicios eternos. Dicho de otro modo: se acabó el jueguito de las recusaciones a conveniencia.

Los ministros acataron el nuevo artículo 59, fracción II, que ordena desechar toda recusación que busque “entorpecer o dilatar el procedimiento”. Y claro, si alguien sabe de dilatar procedimientos, es Elektra, que desde 2012 anda litigando un crédito fiscal por más de 67 millones de pesos.

La Corte determinó que existen elementos suficientes para concluir que la empresa del señor del “yo no pago impuestos” estaba usando toda clase de maniobras para frenar la justicia fiscal.

Esta decisión sienta un precedente y afecta todos los juicios abiertos contra las empresas de Salinas Pliego por sus adeudos con el SAT.