La Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, criticó duramente al llamado “feminismo de derecha”, poniendo como ejemplo a Alessandra Rojo de la Vega, por centrarse únicamente en reivindicaciones de género superficiales mientras ignora la defensa de los derechos sociales y la lucha contra la desigualdad estructural.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum destacó que la defensa de los derechos de las mujeres no puede separarse de la defensa de los derechos del Pueblo, pues los problemas sociales, económicos y culturales afectan de manera desproporcionada a quienes más lo necesitan. La Mandataria señaló que la educación, la salud, la vivienda y el acceso a la cultura son pilares fundamentales de la justicia social que deben integrarse en cualquier agenda de igualdad.
#MañaneraDelPueblo👀 Desenmascarando “el feminismo de la derecha”
Detrás del discurso progresista, se esconde el clasismo de siempre: el que mira por encima al Pueblo, el que defiende privilegios y no derechos.
👉La verdadera lucha no es por etiquetas, sino por justicia social. pic.twitter.com/kPo3bCIwv2
— El Soberano (@ElSoberanoMX) October 23, 2025
En su discurso, criticó que la derecha utiliza el feminismo como discurso mediático sin comprometerse con las demandas reales de las mujeres, especialmente aquellas que pertenecen a comunidades indígenas y sectores vulnerables. Según Sheinbaum, esta postura refleja clasismo y exclusión, pues solo promueve los derechos de un grupo limitado mientras deja de lado a los más necesitados.
Sheinbaum reafirmó que su visión de la lucha por los derechos de las mujeres es inclusiva y transversal, orientada hacia la equidad social y la justicia para todas y todos los mexicanos. Subrayó que la verdadera transformación requiere un enfoque que combine igualdad de género con la reducción de la desigualdad estructural y el fortalecimiento de los derechos sociales.
La Mandataria concluyó advirtiendo que el cambio real no se logra con discursos vacíos, sino con políticas integrales que reconozcan la interdependencia entre género, clase y acceso a oportunidades, destacando la importancia de que la política esté al servicio del pueblo y no de intereses elitistas.



