La crisis humanitaria en Gaza continúa, pese al alto al fuego declarado el 11 de octubre. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que 89 personas han muerto y 317 resultaron heridas desde el cese de hostilidades. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió que la situación “está muy lejos de terminar” y destacó que las necesidades de la población son enormes.
Desde el alto al fuego, la OMS ha evacuado a 41 pacientes críticos y 141 acompañantes, por primera vez desde el acuerdo. Las hostilidades cesaron luego de que Israel y Hamas aceptaran la primera fase del plan de paz propuesto por el presidente estadounidense Donald Trump, que incluyó la liberación de casi 2 mil palestinos a cambio de alrededor de 20 israelíes retenidos desde octubre de 2023.
El plan contempla que el control de Gaza pase a un gobierno tecnócrata supervisado por una estructura internacional, encabezada por Trump. Sin embargo, la comunidad internacional, incluyendo a Rusia, respalda la solución de dos Estados, aprobada por la ONU en 1947, como vía para lograr una paz duradera entre Israel y Palestina.
La situación demuestra que, aunque cesen los combates, la reconstrucción y la atención humanitaria son urgentes para proteger a la población civil y garantizar la estabilidad en la región.



