El Gobierno de Donald Trump está considerando reestructurar el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) debido a que no se han alcanzado las metas de arrestos migratorios establecidas a principios de 2025. La Casa Blanca fijó un objetivo ambicioso de 3.000 arrestos diarios, cifra que ICE no ha logrado cumplir a pesar de los incrementos recientes.
Fuentes indican que se planea reasignar al menos a una docena de directores de oficinas de ICE en todo el país, considerados poco efectivos por altos funcionarios. Para reforzar la operación, el Departamento de Seguridad Nacional ha desplegado más de 1.500 agentes de la Patrulla Fronteriza en apoyo a ICE, participando en enfrentamientos con manifestantes y acciones controvertidas.
La portavoz de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, destacó que la administración sigue enfocada en “remover a extranjeros ilegales criminales y violentos del país”, mientras continúan las discusiones sobre posibles cambios de liderazgo dentro de ICE y la integración de la Patrulla Fronteriza en algunas oficinas de campo.




