El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó este martes al Ejército ejecutar «ataques contundentes en la Franja de Gaza» tras una reunión de seguridad de su gabinete. La decisión se tomó después de que Hamás devolviera a Israel los restos de un rehén, los cuales, según el examen forense, correspondían a un cautivo cuyo cuerpo ya había sido recuperado en 2023.
Este incidente generó tensiones adicionales en el conflicto, ya que el Gobierno israelí acusó a Hamás de entregar erróneamente los restos y de haberlos enterrado falsamente en un hoyo, lo que fue interpretado como una violación del acuerdo de alto al fuego.
En respuesta, el Ejército israelí ha intensificado sus operaciones en la zona sur de Gaza, particularmente en Rafah, donde se han registrado choques con miembros de Hamás. Las tropas israelíes están atacando con artillería y bombardeos esa área del enclave, aunque aún no se han reportado víctimas confirmadas.
Este recrudecimiento de la violencia pone en riesgo los esfuerzos por alcanzar una paz duradera en la región y aumenta la preocupación internacional por la situación humanitaria en Gaza.




