Desde 2021, la conductora Inés Gómez Mont y su esposo, el empresario Víctor Álvarez Puga, enfrentan órdenes de aprehensión por malversación de fondos y delincuencia organizada, tras el presunto desvío de casi 3 mil millones de pesos a través de empresas fantasma. La pareja, que durante años presumió un estilo de vida lleno de lujos, viajes y ostentación en redes sociales, terminó siendo prófuga de la justicia mexicana.
Víctor Álvarez Puga fue detenido el pasado 24 de octubre en Miami por irregularidades migratorias, mientras que Inés sigue desaparecida del ojo público, evitando enfrentar los cargos que incluyen peculado, defraudación fiscal y delitos con recursos de procedencia ilícita. Además, enfrenta investigaciones por violencia familiar derivadas de denuncias de su exesposo.
La conductora, nieta de Felipe Gómez Mont, fundador del PAN, y ex figura de programas como Los 25+ y Ventaneando, proyectaba una imagen de madre dedicada y esposa feliz, pero detrás de las cámaras acumulaba acusaciones graves de corrupción. Sus ostentosos atuendos y viajes, ahora utilizados como evidencia en su contra, contrastan con la gravedad de los delitos que se le imputan.
La Fiscalía General de la República mantiene abiertas las investigaciones y no ha descartado ampliar las acciones legales. La historia de Gómez Mont y su esposo es un recordatorio de que la fama y los lujos no protegen de la justicia, y que en México los nombres y apellidos ligados a la política no están exentos de rendir cuentas.
