La economía mexicana registró una ligera contracción de 0.3 % del Producto Interno Bruto (PIB) durante el tercer trimestre de 2025, derivada de las medidas proteccionistas impuestas por el gobierno de Estados Unidos.

Los nuevos aranceles decretados por Washington afectaron principalmente a sectores estratégicos como la industria automotriz y manufacturera, que enfrentaron aumentos en los costos de exportación y una reducción en la demanda externa. Expertos señalan que la contracción responde al rezago de los efectos comerciales acumulados desde la aplicación de las tarifas.

A pesar del impacto, el gobierno mexicano confía en que la caída será temporal, pues los indicadores de empleo y la llegada de nuevas inversiones públicas y privadas mantienen una tendencia positiva. Se prevé que durante el último trimestre del año la economía retome su ritmo de crecimiento, impulsada por la diversificación comercial y el fortalecimiento del mercado interno.

La política arancelaria estadounidense ha generado tensiones en la región al afectar las cadenas de suministro y frenar la competitividad de América del Norte, un bloque que hasta ahora había mantenido estabilidad gracias al T-MEC. México ha reiterado que la cooperación económica y el respeto a los acuerdos comerciales son esenciales para mantener el crecimiento compartido.