El gobierno de Venezuela anunció el cierre de su embajada en Oslo, Noruega, pocos días después de que la líder opositora María Corina Machado fuera galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025.
En un comunicado oficial, Caracas aseguró que la medida forma parte de una “reestructuración del servicio exterior”, sin mencionar directamente el reconocimiento otorgado a Machado. Sin embargo, la decisión ha sido interpretada como un revés diplomático tras la distinción concedida por el Comité Noruego del Nobel, que destacó el “incansable trabajo de Machado en favor de los derechos democráticos del pueblo venezolano”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Noruega confirmó el cierre de la sede diplomática y calificó la decisión como “lamentable”. Subrayó además que el Premio Nobel de la Paz “es independiente del gobierno noruego”.
Durante años, María Corina Machado ha liderado la oposición al presidente Nicolás Maduro, en el poder desde 2013, y cuyo gobierno es considerado ilegítimo por varios países. Tras recibir el galardón, la opositora afirmó a BBC Mundo que este reconocimiento es “como una inyección” para su movimiento político, al dar “ánimo y fuerza para concretar la última etapa de esta lucha”.
El presidente del Comité Noruego del Nobel, Jørgen Watne Frydes, la calificó como una “figura clave y unificadora” de la oposición venezolana, destacando su papel frente a un Estado “brutalmente autoritario que sufre una crisis humanitaria y económica”.
La medida contra Noruega ocurre en paralelo al cierre de la embajada venezolana en Australia y la apertura de nuevas sedes en Zimbabue y Burkina Faso, países que Caracas describió como “socios estratégicos en la lucha contra presiones hegemónicas”.
Estas decisiones diplomáticas se producen en medio de tensiones crecientes con Estados Unidos, luego de que la armada estadounidense destruyera cinco embarcaciones presuntamente dedicadas al tráfico de drogas desde Venezuela, hecho que dejó más de 20 muertos y fue condenado por Caracas y Bogotá.
La última vez que Noruega enfrentó una ruptura diplomática por el Nobel de la Paz fue en 2010, cuando otorgó el premio al disidente chino Liu Xiaobo, provocando la suspensión de relaciones con Pekín durante seis años.
