La excandidata presidencial mexicana Xóchitl Gálvez manifestó su reconocimiento público hacia María Corina Machado, la líder opositora venezolana que recientemente fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz. Gálvez destacó la valentía, determinación y capacidad de Machado para organizar a la oposición en Venezuela, enfrentando de manera constante al autoritarismo y defendiendo los derechos humanos en su país.
Durante su pronunciamiento, Gálvez subrayó que el trabajo de Machado representa un ejemplo de lucha por la democracia y la libertad, en un contexto marcado por la represión política y la falta de libertades fundamentales en Venezuela. Según la excandidata mexicana, figuras como Machado muestran la importancia de la resistencia activa frente a gobiernos autoritarios y la necesidad de fortalecer la democracia en toda la región latinoamericana.
En contraste, Xóchitl Gálvez criticó a la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, por su falta de reconocimiento hacia el logro de Machado. Calificó la actitud de Sheinbaum como “mezquina”, señalando que la omisión refleja una postura política que, en su opinión, minimiza la relevancia de la lucha democrática internacional y muestra indiferencia hacia los logros de líderes opositores.
Este pronunciamiento de Gálvez también evidencia una clara diferencia en la forma en que distintas lideresas políticas se relacionan con los valores democráticos y los movimientos de oposición en América Latina. Mientras Gálvez alaba y visibiliza la valentía de figuras que enfrentan regímenes autoritarios, la presidenta mexicana es criticada por no reconocer la trascendencia de estos logros.
Analistas señalan que la postura de Gálvez no solo es un posicionamiento político interno, sino también un mensaje de solidaridad con las luchas democráticas en la región, destacando la necesidad de visibilizar y apoyar a quienes arriesgan su vida y su libertad para defender los derechos fundamentales de la ciudadanía.
Con este pronunciamiento, Xóchitl Gálvez refuerza su perfil como crítica abierta a la administración actual, mientras que María Corina Machado se consolida como un símbolo de resistencia y defensa de la democracia en Latinoamérica, reconocimiento que trasciende fronteras y llama la atención sobre la importancia de los derechos humanos y la libertad política.