China y Estados Unidos acordaron realizar una nueva ronda de negociaciones comerciales la próxima semana en Malasia, con el objetivo de evitar una nueva escalada en la guerra arancelaria entre las dos principales economías del mundo.
El anuncio se dio tras una videollamada de alto nivel entre el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, y el viceprimer ministro chino, He Lifeng, quienes sostuvieron “intercambios francos y constructivos” para allanar el camino hacia un posible encuentro entre Donald Trump y Xi Jinping durante la cumbre de la APEC en Corea del Sur.
La tensión se elevó después de que China impusiera restricciones a la exportación de tierras raras, materiales estratégicos para la tecnología y defensa, lo que llevó a Trump a amenazar con nuevos aranceles de hasta 100%.
Sin embargo, la comunicación reciente sugiere una búsqueda de distensión, respaldada por el G7 y la Unión Europea, que acordaron coordinar una respuesta común y diversificar sus proveedores frente a la dependencia de los suministros chinos.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) y varios líderes europeos manifestaron su esperanza de que las negociaciones logren estabilizar los mercados globales tras meses de tensiones comerciales.
