Durante la apertura de la COP30 en Belém do Pará, Brasil, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, presentó una ambiciosa propuesta para impulsar la generación de energía limpia en América Latina y el Caribe. La iniciativa plantea una inversión de 500.000 millones de dólares financiada por los países de la región, con el objetivo de avanzar hacia una economía descarbonizada.
Petro subrayó que la medida es «urgente para salvar a la humanidad» y afirmó que la meta es clara: “Cero petróleo, cero carbón, cero gas”. Durante su discurso ante líderes de más de 160 países, advirtió que la humanidad se enfrenta a un «apocalipsis real» por el cambio climático y criticó duramente al lobby de los combustibles fósiles, señalando que su codicia ha ido en contra de la vida y la ciencia.
El mandatario colombiano también cuestionó la ausencia de Estados Unidos en la cumbre y criticó la postura de Donald Trump, acusándolo de negar la evidencia científica. A la Unión Europea le pidió priorizar el diálogo y la cooperación frente a la crisis climática, destacando que “no es Rusia el enemigo, es la crisis climática”.
Petro enfatizó que, pese a las 29 ediciones previas de la COP, los compromisos globales han fracasado en traducirse en acciones concretas, y aseguró que la inversión en energías limpias es clave para evitar un colapso climático irreversible.



