Documentos filtrados por The Guardian revelan que Estados Unidos estudia un plan para dividir la franja de Gaza en dos áreas diferenciadas: una “zona verde”, bajo control militar israelí e internacional, destinada a proyectos de reconstrucción, y una “zona roja”, donde quedaría la mayoría de los palestinos desplazados en ruinas y hacinamiento.
Los informes detallan que Washington busca desplegar tropas extranjeras junto con soldados israelíes para controlar la zona verde, mientras que la línea amarilla serviría como frontera de separación. El plan contempla la participación de hasta 1,500 soldados británicos, mil franceses y contingentes de Alemania, Países Bajos y países nórdicos, encargados de seguridad, logística y hospitales de campaña.
Expertos del Pentágono consideran que la reconstrucción de la zona verde buscaría convencer a los civiles de atravesar la línea de control, mientras que más de 2 millones de habitantes quedarían confinados en la zona roja, que abarcaría menos de la mitad de Gaza. La propuesta original de “comunidades seguras alternativas” para grupos palestinos pequeños fue abandonada esta semana, según los documentos.
Mientras tanto, Israel continúa con operaciones militares, disparando artillería en Shujaiya, Rafah y Jan Yunis, derrumbando edificios pese a la tregua vigente desde el 10 de octubre, y realizando arrestos en Cisjordania. La situación mantiene a Gaza al borde de un colapso humanitario, sin un plan internacional de reconstrucción ni de paz efectivo, advirtió The Guardian.




