El juez federal Brian Cogan negó la solicitud de un nuevo juicio a Genaro García Luna, ex Secretario de Seguridad Pública durante el sexenio de Felipe Calderón, y programó la fecha del 9 de octubre para dictar su condena penal. García Luna, el ex funcionario mexicano de más alto rango enjuiciado en Estados Unidos, fue declarado culpable de aceptar sobornos del cartel de Sinaloa para facilitar y lucrar con sus actividades delictivas. Testigos clave en el juicio incluyeron altos integrantes del cartel, otros funcionarios mexicanos convictos y oficiales de seguridad pública estadounidenses.
Este fallo expone las profundas raíces de la corrupción durante la administración de Felipe Calderón, quien promovió a García Luna a un puesto de poder crucial en su «guerra contra el narcotráfico». A pesar de las aparentes alianzas y la cooperación con las autoridades estadounidenses, el juez Cogan subrayó que la corrupción en México dificultó la verificación de la integridad de miembros del gabinete de Calderón. La negativa del juez a aceptar documentos de la defensa que mostraban la confianza de las autoridades estadounidenses en García Luna, evidencia la fragilidad de las justificaciones del ex presidente y del Partido Acción Nacional (PAN)
El intento de García Luna de sobornar a otros reos para obstruir su proceso legal agrava la mancha sobre el legado de Calderón y el PAN, resaltando un patrón de impunidad y corrupción. El fallo de Cogan, que rechaza cada uno de los argumentos de la defensa, demuestra la contundencia de las pruebas presentadas. La condena de García Luna marca un parteaguas en la lucha contra la corrupción y pone en tela de juicio las políticas de seguridad del pasado, revelando que estas no solo fallaron en su propósito, sino que también estuvieron plagadas de corrupción y complicidad con el crimen organizado.




