Justin Trudeau ha decidido dar un paso atrás en su carrera política, anunciando su dimisión como líder del Partido Liberal y primer ministro de Canadá. El mandatario, que asumió el cargo en noviembre de 2015, ha sido protagonista de un marcado declive en su imagen pública, situación que se ha intensificado en los últimos meses, especialmente después de la sorpresiva salida de su viceprimera ministra y ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, en diciembre.
En un mensaje dirigido al país, Trudeau compartió con la prensa su decisión de renunciar tras la elección de su sucesor dentro de un proceso interno que se llevará a cabo a nivel nacional. «Anoche, durante la cena, les conté a mis hijos lo que hoy les comunico a ustedes. Mi intención es dejar el cargo de líder del partido y primer ministro una vez que se elija a un nuevo líder a través de un proceso competitivo», expresó el primer ministro.
De acuerdo con el periódico The Globe and Mail, fuentes cercanas al gobierno ya habrían sido informadas sobre la decisión de Trudeau de hacer pública su dimisión en los próximos días. El diario apunta que esta salida podría ocurrir antes del miércoles, coincidiendo con una reunión crucial del grupo parlamentario liberal, en la que se espera que Trudeau enfrente una pérdida de apoyo por parte de muchos de sus diputados. Este escenario podría llevarle a evitar una humillación pública si su propio partido votara en su contra.
Aunque aún no está claro si Trudeau dimitirá de inmediato o permanecerá en su puesto hasta que se nombre a su reemplazo, la situación política se complica para el primer ministro. Además de la creciente insatisfacción interna dentro de su partido, los principales partidos de oposición, incluidos los socialdemócratas del Nuevo Partido Democrático (NPD), han expresado su apoyo a una moción de censura para destituir al gobierno y forzar la convocatoria de elecciones anticipadas.
El Partido Liberal, que actualmente se encuentra en minoría en la Cámara de los Comunes, ha gobernado con el respaldo del NPD desde las últimas elecciones generales en 2021. Sin embargo, las tensiones con los opositores han ido en aumento, y se espera que la oposición tenga la oportunidad de presentar la moción de censura una vez que el Parlamento reanude sus sesiones el 27 de enero, tras el receso por las fiestas navideñas. Trudeau podría intentar retrasar la reanudación de las actividades parlamentarias para negociar un acuerdo con el NPD o ganar más tiempo para que el Partido Liberal elija a su sucesor.
La crisis que enfrenta Trudeau no es solo interna, sino también externa, ya que su figura ha sido fuertemente cuestionada por los votantes debido a problemas económicos que afectan a la población, como el aumento de los costos de vida, la falta de viviendas asequibles y la calidad deteriorada de los servicios públicos. Las encuestas apuntan a que el Partido Conservador podría ganar las próximas elecciones generales con una ventaja superior a los 20 puntos sobre los liberales, quienes incluso podrían caer al cuarto puesto en el Parlamento.
La situación de Trudeau empeoró significativamente el pasado diciembre con la renuncia de Freeland, quien criticó abiertamente la gestión económica del primer ministro. Desde entonces, el líder liberal ha mantenido un perfil bajo, mientras la presión dentro de su propio partido sigue aumentando.
En este contexto, Trudeau ha sido objeto de constantes críticas externas, incluidas las de Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, quien en varias ocasiones ha ridiculizado al líder canadiense e insinuado que Canadá debería integrarse al país vecino.
La salida de Trudeau pone fin a casi una década de liderazgo, en la que su figura estuvo marcada tanto por éxitos en el ámbito internacional como por crecientes desafíos internos y económicos. El futuro político de Canadá se perfila incierto, mientras el Partido Liberal se prepara para una difícil transición en medio de la presión tanto de la oposición como de su propia base.
