El expresidente de Uruguay, José «Pepe» Mujica, ha revelado que su cáncer de esófago se ha extendido al hígado y ha decidido no continuar con los tratamientos. A sus 89 años, Mujica ha optado por pasar sus últimos días en paz en su chacra en Rincón del Cerro, cerca de Montevideo.
«El cáncer en el esófago me está colonizando el hígado. No lo paro con nada. ¿Por qué? Porque soy un anciano y porque tengo dos enfermedades crónicas. No me cabe ni un tratamiento bioquímico ni la cirugía porque mi cuerpo no lo aguanta», señaló.
«Me quiero despedir de mis compañeros y mis compatriotas. Lo que pido es que me dejen tranquilo: no me acosen con la entrevista al pedo. Se terminó mi ciclo hace rato. Sinceramente me estoy muriendo y el guerrero tiene derecho a su descanso».
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— Juan Manuel Karg (@jmkarg) January 9, 2025
Mujica, conocido por su humildad y su estilo de vida austero, ha sido una figura emblemática de la izquierda en América Latina. Su trayectoria política es fundamental en la historia de Latinoamérica: fue Presidente de Uruguay entre 2010 y 2015, y antes de eso, pasó 13 años en prisión durante la dictadura militar (1973-1985), la mayor parte del tiempo en condiciones infrahumanas. Su lucha y resistencia lo convirtieron en un símbolo de perseverancia y compromiso con los ideales de justicia social.
En su mensaje de despedida, Mujica pidió que lo dejen descansar y que no le pidan más entrevistas. «Que me pichicateen y cuando me toque morir, me muero. Así de simple como te lo digo. Estoy condenado, hermano. Hasta acá llegué». Mujica también expresó su deseo de ser enterrado en su chacra, junto a su perra Manuela, bajo un árbol que él mismo sembró.
José Mujica ha sido un pilar de la izquierda en la región en la época moderna, conocido por su enfoque pragmático y su capacidad para conectar con el Pueblo uruguayo. Su legado perdurará como un ejemplo de liderazgo basado en la humildad y la dedicación al Bienestar de su Pueblo.