México avanza con rumbo firme. El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó su proyección de crecimiento económico para nuestro país en 2025, pasando del 2.1% al 2.4% del Producto Interno Bruto (PIB). Esta mejora responde, en gran parte, al impulso generado por la inversión extranjera directa y los efectos positivos del nearshoring, una estrategia que está fortaleciendo a México como uno de los centros industriales más relevantes del continente.
La noticia representa un respaldo internacional a la política económica que ha impulsado la Cuarta Transformación: estabilidad macroeconómica, disciplina fiscal y un modelo que pone a la inversión productiva por encima de la especulación financiera.
Un entorno internacional más favorable
La revisión del FMI no solo beneficia a México. A nivel global, el organismo también mejoró sus expectativas de crecimiento, de 2.9% a 3%. Este repunte está relacionado con una mayor estabilidad en Estados Unidos y un mejor desempeño de las economías emergentes, donde México figura como un actor clave.
Aún hay desafíos
El FMI no dejó de mencionar algunos riesgos que persisten para la economía nacional. Entre ellos, se destacan:
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El posible aumento de aranceles en mercados internacionales.
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Una política monetaria restrictiva que limita el acceso al crédito.
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Problemas estructurales como la inseguridad y la baja productividad.
No obstante, estos desafíos no eclipsan los avances logrados. El propio organismo internacional recomendó a México profundizar reformas que fortalezcan la competitividad, algo que ya está en la agenda del nuevo gobierno encabezado por la Presidenta Claudia Sheinbaum.
América Latina: una región con potencial
La región también recibió un leve ajuste positivo en las proyecciones del FMI. Sin embargo, el organismo advirtió que América Latina sigue siendo sensible a factores externos como la volatilidad de los mercados financieros y la desaceleración de China, su principal socio comercial.
Pese a ello, México se mantiene como la economía más sólida y con mayor proyección de América Latina, gracias a una conducción económica que ha resistido presiones externas y apostado por un modelo de desarrollo con justicia.