El presidente Donald Trump firmó este miércoles una orden ejecutiva para imponer aranceles del 50% a las importaciones brasileñas, una medida que califica como respuesta a una supuesta “emergencia económica” provocada por el gobierno de Brasil y el enjuiciamiento penal contra el exmandatario Jair Bolsonaro.
La decisión se sustenta en una ley de 1977, aunque Estados Unidos mantiene actualmente un superávit comercial con Brasil de 6,800 millones de dólares, según datos de la Oficina del Censo.
El anuncio se da semanas después de que Trump advirtiera sobre posibles aranceles en una carta enviada al Presidente Luiz Inácio Lula da Silva el pasado 9 de julio. Sin embargo, la nueva orden cambia el fundamento legal: ya no se basa en desequilibrios comerciales, sino en lo que la Casa Blanca considera una afectación directa a la economía y la libertad de expresión.
En su comunicado, el equipo de Trump acusó al Poder Judicial brasileño de coaccionar a redes sociales y bloquear usuarios, aunque no especificó nombres. Sin embargo, fuentes extraoficiales indican que las plataformas involucradas serían X (antes Twitter) y Rumble, donde simpatizantes de Bolsonaro suelen concentrarse.
Además, el Departamento del Tesoro, bajo control de la actual administración republicana, anunció sanciones directas contra Alexandre de Moraes, juez del Supremo Tribunal Federal (STF) y principal encargado del proceso contra Bolsonaro, a quien se le acusa de suprimir la libertad de expresión.
El gesto refuerza la afinidad política entre Trump y Bolsonaro, ambos protagonistas de intentos por desconocer los resultados electorales en sus respectivos países. En 2022, Bolsonaro intentó frenar el triunfo de Lula da Silva; en 2020, Trump hizo lo propio tras perder ante Joe Biden, lo que derivó en su enjuiciamiento por interferencia electoral.