Por primera vez en casi tres décadas, el Gobierno de EE.UU. eliminó a Colombia de su lista de países que cumplen con la lucha contra el narcotráfico, aunque emitió una exención que permitirá que parte de la cooperación continúe, informó el Departamento de Estado.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, adelantó la medida y respondió a las críticas asegurando que la política antidrogas de EE.UU. ha fallado, y que la reducción de cultivos de coca depende de la disminución de la demanda de cocaína en Estados Unidos y Europa, no del uso de glifosato o de la militarización.
Bajo su Gobierno, Colombia ha registrado incautaciones récord de droga, con 960 toneladas de cocaína y base de cocaína en 2024, un incremento del 14 % respecto al año anterior, mientras que los cultivos aumentaron un 10 % debido a factores estructurales, no por inacción del Estado. Petro subrayó que esta decisión de EE.UU. permite reducir la dependencia del Ejército colombiano del armamento estadounidense y fortalecer la soberanía nacional.
El mandatario también cuestionó a la derecha colombiana y a funcionarios estadounidenses, afirmando que “creen más en la ideología que en la eficacia”, mientras su Gobierno mantiene un récord histórico de lucha contra el narcotráfico.
La descertificación marca un enfriamiento de la relación entre Washington y Bogotá, que se ha tensado desde el inicio del mandato de Trump, y abre un debate sobre la influencia política de EE.UU. en la región latinoamericana. La decisión no será revisada hasta dentro de un año, cuando Colombia ya tendrá un nuevo Gobierno.




