El comediante Jimmy Kimmel regresó a su programa «Jimmy Kimmel Live!» tras una suspensión de seis días por comentarios realizados sobre el asesinato del activista conservador Charlie Kirk.
Durante su regreso, Kimmel ofreció una disculpa pública, aclarando que su intención nunca fue hacer mofa de la tragedia, sino criticar la reacción política ante el suceso. Además, aprovechó la ocasión para cuestionar la postura del presidente Donald Trump, quien había criticado su regreso al aire, sugiriendo que el mandatario «no aguanta las bromas» y defendiendo la importancia de la libertad de expresión en los medios.
La controversia surgió cuando Kimmel, en un monólogo previo, sugirió que el presunto atacante de Kirk, Tyler Robinson, podría estar vinculado al movimiento MAGA, una afirmación que luego fue desmentida.
Esta declaración provocó la suspensión de su programa por parte de ABC, además de críticas por parte de figuras conservadoras y organismos como la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC). A pesar de la disculpa de Kimmel, algunos sectores conservadores, incluida la organización Turning Point USA, continuaron criticando al comediante por lo que consideran una disculpa insuficiente.
En su regreso, Kimmel expresó su gratitud hacia aquellos que apoyaron su derecho a la libre expresión y enfatizó la importancia de proteger la sátira y el periodismo frente a presiones políticas. Sin embargo, a pesar de su retorno al aire, importantes cadenas afiliadas a ABC, como Nexstar y Sinclair, decidieron no retransmitir su programa, en protesta por la controversia generada.