Microsoft suspendió varios servicios de nube e inteligencia artificial que la unidad 8200 del Ministerio de Defensa de Israel (IMOD) utilizaba para espiar masivamente a civiles palestinos en Gaza y Cisjordania. La investigación de The Guardian reveló que Israel almacenaba y analizaba datos de llamadas telefónicas de manera indiscriminada, usando la tecnología estadounidense para reforzar sus operaciones militares sobre la población civil.

Brad Smith, presidente de Microsoft, informó que la compañía “no proporciona tecnología para facilitar la vigilancia masiva de civiles” y que la investigación interna continúa. Esta medida llega tras semanas de presión de empleados, activistas y usuarios que exigían terminar con la complicidad tecnológica en violaciones de derechos humanos.

El caso evidencia cómo el Estado israelí ha instrumentalizado herramientas globales para la ocupación y el control de Palestina, mientras empresas y gobiernos internacionales enfrentan crecientes cuestionamientos éticos sobre su rol en conflictos bélicos. Microsoft reconoce la gravedad del asunto, pero mantiene operaciones de ciberseguridad en la región, evidenciando la tensión entre intereses comerciales y responsabilidad humanitaria.