La administración de Felipe Calderón no solo será recordada por la fallida y sangrienta “guerra contra el narco”, sino también por su corrupción y privilegios. En el marco de la extinción de Luz y Fuerza del Centro (LyFC), el panista dejó en la calle a más de 44 mil trabajadores sindicalizados, mientras premiaba con pensiones millonarias a más de mil 600 empleados de confianza.
Calderón, privatización y privilegios
Desde antes de llegar a la Presidencia, Calderón había planeado la desaparición de LyFC como parte de su proyecto de privatización “México 2030, proyecto de gran visión”. En 2009 consumó su objetivo con un operativo autoritario que tomó el control de las instalaciones de la compañía.
El golpe no solo significó la pérdida de empleo para decenas de miles de trabajadores sindicalizados, sino que abrió la puerta a pensiones de lujo para personal cercano al expresidente. Según un reporte de Contralínea, durante su sexenio se pensionaron 2 mil 670 trabajadores de confianza, de los cuales mil 690 reciben montos que superan incluso el sueldo de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, pese a que la Constitución marca un tope en ese rubro.
Pensiones por encima del salario presidencial
Los casos son escandalosos: Óscar Enrique Luce González percibe casi un millón de pesos al mes, lo que suma más de 11.6 millones de pesos anuales. Otro ejemplo es Gustavo Alfonso Marrón Peña, quien recibe 918 mil pesos mensuales. Al menos 26 extrabajadores más se benefician con pensiones de entre 10 y 6 millones de pesos anuales, muy por encima de la media nacional.
Condena del Gobierno de México
La Presidenta Sheinbaum ha criticado estos excesos heredados del calderonismo:
“Llama la atención cómo hay funcionarios de confianza que les seguimos pagando un millón de pesos al mes de pensión, al mes, mientras hay trabajadores que no recibieron nada”, subrayó.
En línea con esta postura, la Secretaria de Anticorrupción y Buen Gobierno, Raquel Buenrostro, denunció la existencia de pensiones exorbitantes en LyFC, donde exfuncionarios llegan a recibir más de 700 mil o incluso más de un millón de pesos al mes.
Un sistema heredado de otros gobiernos neoliberales
Aunque Calderón fue el artífice de la extinción de LyFC, no fue el único en alimentar estos privilegios. Salinas, Zedillo y Fox también consolidaron pensiones millonarias para trabajadores de confianza de la compañía eléctrica. Entre los beneficiados se encuentran nombres como Édgar Velázquez Butrón, Kenneth Dydney Smith Jacobo y Mardoqueo Staopolsky Nowalski, quienes reciben entre 7 y 11 millones de pesos al año.
Hacia una reforma de justicia social
La 4T insiste en la urgencia de reformar el sistema de pensiones para poner fin a los privilegios del pasado y garantizar que los recursos públicos se dirijan al bienestar del pueblo y no a una élite cercana a gobiernos neoliberales.