Sin medias tintas, sin hipocresías, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se plantó este martes ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas; dejó claro lo nada o poco que se ha trabajado por los pobres desde dicha organización y mostró las posibilidades actuales que se tienen para trabajar en conjunto por los desposeídos del mundo.
Como el líder político que es, no solo de México sino como representante legítimo y genuino de los Pueblos de Latinoamérica, el Presidente Andrés Manuel López Obrador puso a disposición de las demás naciones el ejemplo del trabajo político y social que se ha hecho en México en beneficio de los que menos tienen durante el gobierno de la Cuarta Transformación, así como los éxitos que ha dejado dicha estrategia, teniendo siempre en mente que “por el bien de todos, primero los pobres”.
El mensaje de Andrés Manuel López Obrador fue duro y a la cabeza: “Nunca en la historia de esta organización se ha hecho algo realmente sustancial en beneficio de los pobres, pero nunca es tarde para hacer justicia. Hoy es tiempo de actuar contra la marginación atendiendo las causas y no solo las consecuencias”.
No dejó de sorprender que el mismo Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, retomara y manifestara durante su intervención las mismas palabras e ideas de nuestro Presidente. Antonio Guterres dejó claro que, como el mismo Andrés Manuel López Obrador ha dicho, “la riqueza no es contagiosa”, “si les llueve a los de arriba no les va a escurrir a los de abajo”, por lo que se reconoce mundialmente que el camino que se ha tomado en nuestro país es el correcto.
Como nunca se había visto, no solamente en relación con visitas anteriores de ahora de expresidentes de México a Naciones Unidas, sino en general hablando de las visitas de cualquier jefe de Estado, Andrés Manuel López Obrador fue recibido en las calles de Nueva York por miles de paisanos que ven en él la esperanza de una patria nueva.
Andrés Manuel no estuvo de florero en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, aprovechó cada minuto y puso a trabajar a la organización con su crítica constructiva y con su propuesta, la cual se escuchó en todo el mundo: “La propuesta de México para establecer el Estado Mundial de Fraternidad y Bienestar se puede financiar con un fondo procedente de al menos tres fuentes: el cobro de una contribución voluntaria anual del 4 por ciento de sus fortunas a las mil personas más ricas del planeta; una aportación similar por parte de las mil corporaciones privadas más importantes por su valor en el mercado mundial, y una cooperación del 0.2 por ciento del PIB de cada uno de los países integrantes del Grupo de los 20. De cumplirse esta meta de ingresos, el fondo podría disponer anualmente de alrededor de un billón de dólares”.
Tenemos a un referente mundial como Presidente de México. Tenemos en Andrés Manuel López Obrador un ciudadano global, que ha demostrado que su capacidad y estrategia dan no solamente para ayudar a fortalecer los grandes problemas de México, sino que pueden ser replicados en Centroamérica, Latinoamérica y en el mundo entero. Ahora solo falta voluntad política y social. ¡Hagamos nuestra parte!