A pocos días de que finalice el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, la Canciller Alicia Bárcena Ibarra ha resaltado la importancia del Humanismo Mexicano en el 79° periodo ordinario de sesiones de la Asamblea General de la ONU.
Estas sesiones se dan en el contexto del aumento de las carreras armamentistas que se están dando en varias regiones del mundo, así como el aumento de la guerra fría y caliente en un mundo disputado por Estados Unidos, China y Rusia.
“Hoy, como entonces, México se empeña en construir alternativas emancipadoras. La nuestra es una patria que guía su presente bajo la enseña del Humanismo Mexicano, producto de nuestra historia milenaria y brújula de nuestro proyecto de transformación nacional,” enfatizó la canciller Bárcena.
A mi juicio, este discurso es para que el Humanismo Mexicano vaya trascendiendo en el exterior, ya que México siempre ha estado a favor del diálogo y la democracia entre todos los gobiernos del mundo. Además, esta propuesta va a ayudar a reivindicar la autodeterminación de los pueblos y la historia de estos.
Incluso, la canciller propuso que este modelo llegase a una desgastada e inoperante ONU, la cual necesita una reforma urgente, pues el conflicto en Ucrania y el genocidio en Palestina han demostrado que la diplomacia de este organismo no funciona.
Por ejemplo, de acuerdo con los datos proporcionados por la Canciller, en Palestina más del 70% de las víctimas de esta masacre son niños y mujeres, asimismo, más del 85% de los civiles han tenido que abandonar sus casas. Es más: la mayoría de los palestinos carece de acceso a alimentos y a servicios básicos.
“México propone la eliminación del veto en su totalidad y en tanto eso no se logre, al menos su limitación en casos de genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra,” propuso la canciller mexicana.
Gracias a ese derecho de veto continua el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos a Cuba desde hace seis décadas, el cual viola el derecho internacional y a los derechos humanos.
Cabe señalar que México ha sido garante en el proceso de paz entre el Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional, de igual modo, promovió los diálogos entre el Gobierno de Venezuela y la oposición.
El Humanismo Mexicano va de la mano del modelo Mexicano de Movilidad Humana, el cual busca gestionar la migración de manera integral, es decir, atendiendo las causas que origina dicho fenómeno, el cual solamente ha sido utilizado políticamente por políticos estadounidenses y, aún más, que estamos muy cerca de que se realice la elección presidencial en Estados Unidos.
El gobierno mexicano busca fortalecer y ampliar la cooperación para ayudar a los país más pobres de Centroamericanos, los cuales se encuentran sumergidos en la inseguridad y en la desigualdad.
Otro de las propuestas es la eliminación de las sanciones económicas que inhiben el desarrollo y generan migración irregular como son los casos de Venezuela y Cuba.
En este sentido, quiero rescatar esta frase que expresó la canciller: “la migración no es un problema, es un fenómeno; no es un delito, los migrantes no son delincuentes. El problema son los factores que los expulsan de sus hogares, los peligros a los que se exponen al no encontrar vías legales de movilidad y las prácticas que los criminalizan.”
Otro asunto central que se debe resolver por humanismo es el tráfico de armas y el alto consumo de fentanilo en Estados Unidos y en nuestra región.
Empecemos con el tema de las armas de fuego, las cuales son fuente de violencia en México. Como dato: más de medio millón de armas hacia nuestro territorio cada año de manera ilegal.
La canciller aseguró que la industria de armamento necesita responsabilizarse de su negligencia, por lo que nuestro país ha acudido a la justicia, porque este sector es clave para atender las causas que originan la inseguridad.
“México sabe muy bien que el flujo ilegal de armas es la otra cara del flujo ilegal de drogas y del crimen organizado, particularmente, en la frontera norte de nuestro país,” añadió la Canciller en la ONU.
El discurso de Bárcena no tiene desperdicio, pues refleja lo que ha consistido el Humanismo Mexicano en nuestro país y cómo la comunidad internacional lo puede tomar como ejemplo.
A pesar de que a muchos les parezca incomodo que este modelo, también, consiste reivindicar su lugar a los pueblos originarios- a quienes les debemos gran parte de nuestra cultura-, por lo que el gobierno mexicano le solicitó al Rey de España Felipe VI que ofreciera una disculpa a los ancestros de los pueblos prehispánicos que fueron masacrados durante la conquista española.
El próximo 1º de octubre la primera mujer Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, tendrá la responsabilidad y, también, la habilidad de profundizar con el Humanismo Mexicano los esfuerzos para combatir pobreza, desigualdad, no sólo en nuestro país, sino en el mundo.