WhatsApp Image 2024-06-24 at 15.33.31 (3)

Excluir a Rusia no resuelve la guerra en Ucrania

Recientemente los integrantes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) han tenido varias derrotas en semanas recientes. Por ejemplo, las elecciones al Parlamento Europeo dejaron un mal sabor de boca para Francia y Alemania, porque los partidos de ultraderecha avanzaron de forma significativa.

Incluso el pasado 9 de junio, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, decidió disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones legislativas anticipadas por el triunfo de la líder ultraderechista y nacionalista, Marine Le Pen.

Cabe señalar que la mayoría de la ultraderecha europea no está a favor de la OTAN ni mucho menos que estén destinando muchísimo dinero a Ucrania, por ello a las potencias occidentales no les conviene que el Parlamento esté contralado por estos grupos.

Tampoco a los países de Occidente les fue bien en la cumbre del G7, celebrada en Italia, porque la mayoría de sus integrantes —sin considerar a la popular Giorgia Meloni, primera ministra de Italia, y a la triunfadora Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen— están viviendo crisis políticas internas como es el caso del Reino Unido (por el fallido Brexit) y Estados Unidos.

El rotativo chino Global Times indicó que la última reunión de los líderes del G7 se parece más a la “última cena” que a una “exhibición del poder occidental”, debido a que esta cumbre fue como un escape de las crisis que viven en sus propios países y, también, para culpar a China, de igual modo, a Rusia de todos sus males.

En este contexto, se llevó a cabo otra derrota llamada “Cumbre de Paz de Ucrania”, celebrada en Suiza, donde participaron 92 países, así como 8 organismos internacionales.

Mientras que China se negó a participar al considerar que no tiene caso hablar de paz ni resolver este conflicto sin la presencia de Rusia. Asimismo, el Presidente los Estados Unidos, Joe Biden, no asistió a esta cumbre y en su lugar fue la vicepresidenta, Kamala Harris; mientras que México mandó a la Canciller Alicia Bárcena.

Tampoco estuvo el presidente de Brasil, Lula da Silva, quien representa a una de las potencias económicas de América del Sur, además, es un integrante fuerte de los BRICS (grupo conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).

Por su parte, el Presidente de Colombia, Gustavo Petro, decidió a última hora suspender su participación, pues consideró que esta cumbre es “básicamente un alinderamiento al lado de la guerra” y su país no comparte con eso, sino que está a favor de la paz.

Esta cumbre fue más bien de la OTAN para lavarle la cara al Presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, quien se negó a que Rusia participara en la reunión porque supuestamente podría “secuestrar” la agenda de Kiev.

Y, aunque el mandatario ucraniano calificó de exitosa la Cumbre, solamente 80 países firmaron el comunicado conjunto, mientras que la India, México, Arabia Saudita, Tailandia, Sudáfrica, Brasil y Armenia se negaron a firmar.

En el comunicado se lee que las partes que firmaron creen que el logro de paz “requiere la participación y el diálogo ente todas las partes,” sin embargo, no invitaron al principal actor de este conflicto: Rusia.

No es la primera vez que las potencias occidentales hacen esto, ya que recordemos que Estados Unidos no participó en los acuerdos de Minsk en 2014, cuando era necesario porque fue —y sigue siendo— un actor principal.

Quiero precisar que, a mi juicio, esta guerra no inició el 24 de febrero de 2022, no olvidemos que la guerra comenzó cuando se dio el golpe de Estado al presidente ucraniano, elegido demócratamente, Víktor Yanukóvich, en 2014.

Después de esas crisis se desencadenó una guerra territorial entre Ucrania y Rusia por la península de Crimea y, también, por la participación del Batallón Azov que estaba matando a ciudadanos de etnia rusa. Posteriormente Rusia se anexó, en 2022, los territorios ucranianos: Lugansk, Donetsk, Zaporiyia y Jersón.

Estados Unidos es acusado de estar detrás de ese golpe de Estado, sobre todo, porque Victoria Nuland, exsubsecretaria de Estado para Asuntos Políticos de EE.UU., jugó un papel crucial de intervencionismo, incluso aceptado por ella misma.

Dicho lo anterior, para resolver esta guerra es necesario que Estados Unidos, el principal patrocinador de este conflicto, Ucrania y Rusia se sienten en la mesa, claro con la mediación de China e India.

Aunque sabemos que las élites estadounidenses no ayudan a Ucrania por acto de humanismo, sino por sus minerales críticos. Y ¿por qué lo digo? Porque el senador republicano Lindsey Graham confesó que en suelo ucraniano existen 12 billones de dólares en estos minerales que deben ser compartidos con Occidente.

Y para finalizar, Occidente piensa que tiene excluido a Rusia del mundo, no obstante, esta semana los hizo temblar la reunión del presidente de Rusia, Vladimir Putin, con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, quienes firmaron un acuerdo de asociación estratégica. Cuyo tema amerita su propio artículo. Nos vemos en 15 días.

Sobre el autor

Comparte en:

Comentarios