Ciudad de México a 17 noviembre, 2025, 22: 40 hora del centro.
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Jara, la candidata del Pueblo que redefine la izquierda en Chile

PP H Carlos (1)

Chile vive un momento político de infarto. La abogada y exministra Jeannette Jara no solo ha llegado a la segunda vuelta presidencial, sino que ha marcado un hito histórico: es la primera militante del Partido Comunista en Chile en alcanzar esta instancia. Su candidatura no es solo un color político; es el rostro de una izquierda unida que quiere poner el foco en el bolsillo y la vida diaria de la gente.

La primera vuelta fue una carrera de contrastes: mientras tres candidatos se alineaban en la derecha, Jara, la candidata del pueblo, proveniente de la izquierda, se alzó como su principal rival.

«No le temo al Pueblo”, su fuerza nace en la calle

En el cierre de su campaña, en Maipú, una comuna trabajadora y masiva de Santiago, y en Valparaíso, Jara no se anduvo con rodeos. Sus palabras fueron un grito de optimismo y cercanía:

“Chile no se está cayendo a pedazos. No somos los que promovemos el odio, al revés: por eso yo no me escondo tras ningún vidrio, porque no le tengo miedo al pueblo de Chile”.

Esta imagen de líder sin temores ni barreras es su gran capital político.

La candidata del «Sueldo que alcanza»

Para la ciudadanía que siente que el sueldo no da para fin de mes, las propuestas de Jara son un bálsamo. Exministra del Trabajo de Gabriel Boric, su gestión ya dejó logros tangibles como la ley que redujo la jornada laboral a 40 horas semanales.

Ahora, su programa de gobierno, que ella misma ha simplificado para llegar a todos, se centra en:

El Bolsillo de la Gente: Promete un «salario vital» de $750.000 pesos para los trabajadores formales al final de su período (2029), asegurando que el esfuerzo se pague bien. Además, quiere crear un Consumo Eléctrico Vital para bajar las cuentas de la luz en los hogares.

Sueño de la Casa Propia: Impulsará un plan de «hipotecazo» para jóvenes de hasta 40 años, buscando ofrecer una primera vivienda con un dividendo (cuota mensual) que sea realmente accesible.

Estado Activo y Producción Chilena: Su plan busca un Estado que no solo regule, sino que articule la inversión privada y sea un actor clave, impulsando empresas nacionales, especialmente en áreas estratégicas como el Litio (con una Empresa Nacional del Litio), la minería y las energías limpias. Busca ayudar a las Pymes (Pequeñas y Medianas Empresas) con mejor financiamiento y leyes de pago rápido.

Resiliencia y carrera política: De Conchalí a Ministra

Jeannette Alejandra Jara Román, de 51 años, nació en Santiago, creció en la comuna de Conchalí, y es la mayor de cinco hermanos. Hija de un mecánico y un ama de casa, su historia es la de miles de chilenos.

“Vengo de una familia de esfuerzo y sé lo que es levantarse temprano y volver tarde a casa esperando que el sacrificio valga la pena”, ha dicho, conectando su biografía con la aspiración nacional.

Se formó políticamente en las Juventudes Comunistas desde 1989 y estudió Administración Pública, llegando a ser presidenta de la Federación de Estudiantes de la USACH en 1997. Además de ser abogada, fue dirigente sindical en el Servicio de Impuestos Internos (SII).

Su mayor salto fue como Subsecretaria de Previsión Social bajo la presidenta Michelle Bachelet, demostrando que tiene experiencia en la gestión de políticas públicas complejas.

El desafío de la segunda vuelta: Vencer a la Derecha

El camino al balotaje del 14 de diciembre es complicado. Jara no solo compite contra la derecha, sino contra la incertidumbre y la decepción de los votantes, que están hartos de la política tradicional.

El desafío es conquistar a ese «electorado infiel» y desideologizado, que solo busca soluciones concretas a problemas como la inseguridad, la migración irregular y la corrupción.

Jara ha dado pasos importantes para mostrar que no es una candidata de nicho:

Moderación en seguridad: Aunque sus rivales proponen mano dura y penas más severas, Jara se enfoca en seguir el rastro del dinero ilícito (levantando el secreto bancario), el control de armas para reducir el poder de las bandas y el uso de tecnología (drones, inteligencia artificial) para la seguridad.

Independencia: Para captar al centro político, ha sido clara al decir que en Venezuela hay un «régimen autoritario» y ha prometido que, si es elegida presidenta, congelará su militancia comunista para gobernar para todos los chilenos, demostrando que «las relaciones internacionales las maneja el Jefe de Estado… y en este caso seré yo”.

El factor del voto obligatorio: Esta elección es una de las primeras con voto obligatorio, e inscripción automática, un factor que puede alterar totalmente las predicciones. Si el voto obligatorio trae a las urnas a miles de personas que normalmente no participan, el resultado es impredecible, tal como ocurrió en 2021, cuando la izquierda ganó con Boric contra todo pronóstico.

El fantasma del «péndulo chileno», donde el país oscila bruscamente entre la derecha y la izquierda, sobrevuela. Jara lo sabe y ha señalado que el principal problema no es la ideología, sino la gran cantidad de gente desafectada de la política.

La gran pregunta es si la promesa de un «Chile que cumple», con más dignidad y justicia social, será suficiente para superar el poder de la ultraderecha en las urnas.

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