Nunca me había puesto a reflexionar en Semana Santa. Siempre me concentré en la alberca, las micheladas y el maquillaje que no se cae con el agua o el sudor. Lo normal, ¿no? Pero ahora me vino el insomnio de repente, después de que mi marido casi mata a uno de los invitados en el club, que defendía como chacal a YSQ. Todos estábamos azorados, porque no entendíamos cómo alguien con dinero podía defender a ese “Señor”, y salimos del club rechinando los dientes de coraje, porque el tipo nos arrolló con montonal de cifras y datos, y nos obligó a consultar las fuentes de donde venían, y fue horrible: nadie le pudo decir que eran mentiras, y tampoco nadie tenía un solo dato para rebatirle. Porque en realidad no es nuestro estilo andar manejando datos. Nosotros somos más libres y espontáneos, y decimos lo que se nos ocurre, tal cual lo hace Lorenzo, Joaquín, Leo o cualquiera. Total, llegué a la casa hasta torcida del cuello, de tanto gritarle, y me quedé pensando en cosas, y se me vino a la mente Jesús, obvio porque soy super católica, pero me dije: ¿por qué vamos a misa a escuchar lo que dijo un tipo que le gustaba andar descalzo, con pelo largo, o sea, un hippie hecho y derecho? Además, sólo se juntaba con gente pobre, los defendía y hasta los curaba. Un poco como el tipo del club, pero sin dinero, o sea, ¿sí me entienden? Y fíjense: Jesús era la antítesis del obispo que da misa en la catedral, y de los obispos a los que estamos acostumbrados, o sea, nada checa; y entonces, de pronto, ¡ya no supe en dónde estábamos parados! O sea, adoramos a un hippie con el que no tenemos nada que ver, y al que los obispos alaban todo el tiempo, aunque no se parecen absolutamente en nada. Porque la elegancia de los obispos, obvio, ¡nadie puede negarla! ¿Y el otro? Hasta lo dejaron en pañal en la cruz, cuando por lo menos debían haberle puesto algo lindo para morir y que así se le recordara. ¿Y por qué lo recordamos, si era muy chairo? Era un hippie chairo, con ideas retrógradas, sin ambiciones (no tenía casa propia ni quería tenerla; coche, menos); dormía debajo de los árboles, andaba en el desierto, o sea, ¡ni siquiera trabajaba! Sólo quería juntar gente. ¿Para qué? Para hacer mítines aquí y allá, decir incoherencias, porque nadie le entendía nada, y luego, para que lo asesinaran los judíos, aunque él era judío. Falta de comunicación, supongo. En esa época ni teléfono tenían, así que seguramente no supieron que se trataba de uno de ellos, y menos si era hippie. Pero lo que más me hace ruido: ¿por qué tenemos a un chairo desnudo en las iglesias, hablándole a los pobres, si los odiamos? ¿Sí captan? ¿No creen que hay algo contradictorio ahí? ¡Es muy probable!
