Ciudad de México a 31 octubre, 2025, 23: 04 hora del centro.
Ciudad de México a 31 octubre, 2025, 23: 04 hora del centro.

Ofrenda monumental: memoria, conservación y fiesta

postal PP horizontal Nelly Juárez

Debo declarar que mi época favorita del año es el otoño, así que estas líneas tienen mucha subjetividad. Los días de muertos y el color naranja natural llenando la mirada por todos lados y el repentino cambio de temperatura y vientos nos recuerdan que todo cambia y todo acaba el año, las cosechas, la vida. Quizá solo es nostalgia de los preparativos familiares por recibir las ánimas con mole y pan de muertos, ir el 31 de octubre a la plaza de Oaxaca de Juárez por colocar el altar de muertos y comprar en el pueblo jícama, cempasúchil y caña. Desde siempre las culturas han tenido en sus rituales una reivindicación a la naturaleza, y la Ciudad de México no es la excepción. Basta darse una vuelta en la Mega Ofrenda del Zócalo capitalino para comprobarlo, ahí está el suelo de conservación presente, pero también sirve de espacio para recordar la pluralidad de nuestra nación, en el mejor lugar posible, el corazón de la misma.

Este 2025 debe destacarse que la mega ofrenda del Zócalo se realizó en un ejercicio de participación ciudadana que muestra el ADN de nuestro movimiento, “con el Pueblo todo, sin el Pueblo nada”, una nueva vertiente que inicia nuestra Jefa de Gobierno. La ofrenda ganadora resultó «Encuentro entre voces, poemas, peregrinaje, historia y tradición»; en ella, desde todos los ángulos destaca la flor de cempasúchil traída desde la zona chinampera de la Ciudad de México, motivo para sentirnos orgullosos del suelo de conservación que produce más de 6 millones de plantas de esta maravillosa flor (tan solo la ofrenda tiene cien mil plantas) y que también nos permite tomar conciencia del valor del trabajo de las personas floriculturas.

En el año de la Mujer Indígena la mega instalación no podía ser indiferente a la visibilización, ya que reúne entre sus docenas de piezas a la deidad mexica de la tierra Tonatzin acompañada de la Reina Roja y Ixmucané, la primera mandataria de Palenque, la segunda creadora del maíz en la tradición maya; de la cultura puréprecha se encuentra Cuerauáperi, deidad de la fertilidad y las lluvias y Xunaxi desde la región zapoteca (aunque en el anuncio lo une a una diosa de la vida y muerte, su concepción actual en el sincretismo es la de la virgen muy cercana a Guadalupe y Tonatzin). Vemos la plancha del Zócalo capitalino como un espacio de enseñanza de cosmovisiones y de reflexionar sobre el papel de la mujer y la tierra, una tierra vida. Debemos resaltar que este año también se conmemoran los 700 años de la Fundación de México-Tenochtitlan y una de las esculturas monumentales aborda la fundación, puesto que la pluralidad es una constante. tal como lo es la portada que da la bienvenida en 20 de noviembre con un tapete de semillas.

La instalación monumental incluye también los cantos de Nezahualcóyotl, in xóchitl, in cuicatl, nos refrendar la dualidad de la presencia de la muerte y el gozo de la vida en nuestra cultura. En consecuencia, el arte está presente múltiples conciertos, baile y cine, teniendo del 31 de octubre al 2 de noviembre la presentación de la ópera en náhuatl Cuauhtemoczin. Dejemos cantos y flores, la vida de la amistad.

Además, así como sucede en el Paseo de la Reforma, en el Zócalo podemos adquirir sin intermediarios flor de cempasúchil. Leyendo la Declaratoria de Salvaguarda del Día de Muertos que en 2003 emitió la UNESCO, no cabe duda que es un fortalecimiento de la vida comunitaria en torno a la festividad incluso en la gran urbe, además en otros puntos como Mixquic, Deportiva Xochimilco y UTOPIA Ollini se establecerán este tipo de instalaciones para desentralizar la cultura.

Visitemos el corazón de la Ciudad de México y festejemos la memoria, el suelo de conservación y la vida.

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