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¿Vives como piensas?

En días pasados Oxfam publicó el reporte «El monopolio de la desigualdad», en el que revela que Carlos Slim y Germán Larrea, dos de los catorce ultrarricos[1] mexicanos, vieron incrementar su fortuna en los pasados cuatro años en un 70%, equivalente a la riqueza de la mitad de la población más pobre de Latinoamérica, 334 millones de personas[2]. Este fenómeno de concentración de poder económico no acaba de ser asimilado por sectores de clase media urbana que, deslumbrados por la riqueza de estos personajes —en su mayoría nuevos ricos que se apoderaron de concesiones y bienes públicos durante el período neoliberal[3]—, les consideran personas de negocio ejemplares a quienes hay que admirar e imitar comprando libros de autoayuda inspirados en sus vidas porque aspiran algún día ser como ellos. Sin embargo, los campesinos mexicanos muestran ser mucho más suspicaces de los usureros, los “coyotes”, los abarroteros rapaces y los patrones desalmados, que expresan este fenómeno de despojo con una fórmula inmejorable: la Ley de San Garabato: comprar caro y vender barato[4].

En el ámbito rural no son tan ingenuos como para confundir depredadores con expertos de negocios, lo cual explica el surgimiento de múltiples organizaciones sociales para enfrentar el abandono del Estado en sus comunidades desde hace 50 años. Tal es el caso de la Unión de Cooperativas Tosepan en la Sierra Nororiental de Puebla[5], quienes han desarrollado una compleja estrategia de gestión integral del hábitat para la defensa del territorio, de su lengua y forma de vida[6].

Establecidos desde 1977 como una cooperativa de consumo para enfrentar la carestía de los alimentos en su comunidad, diez años después ya controlaban el acopio, procesamiento y comercialización justa del café, la pimienta y miel orgánica. Esto permitió que mujeres de la comunidad pusieran en marcha diferentes proyectos productivos para disponer de recursos económicos, provocando un cambio radical en la relación hombre-mujer en sus familias y la comunidad fortaleciendo el tejido social.

Para que las siguientes generaciones aprendieran a vivir como ahora piensan en la cooperativa, la comunidad desarrolló  un modelo alternativo de educación básica que promueve la participación activa de los padres de familia, revaloriza y recupera los conocimientos y costumbres de la población indígena, para  formar a los futuros cooperativistas, quienes le darán continuidad a esta organización social y serán los responsables de lograr que todos los socios alcancen al Yeknemilis; la Vida Buena[7]. Para fortalecer su identidad, lengua, la filosofía y cultura del territorio la cooperativa opera la Radio Tosepan, una estación comunitaria indígena de la cuál nació Wiki Katat, el primer operador virtual móvil social comunitario que promueve una vida digital sana[8].

Con las ganancias acumuladas por la economía circular fueron construyendo su soberanía económica[9], —esa que México perdió en la década de los años 70 por sobreendeudarse al adoptar los lineamientos del capital global[10]. La cooperativa de ahorro y crédito Tosepantomin, “Dinero de todos”, ofrece servicios financieros que contribuyen a mejorar la calidad de vida, la estabilidad, la armonía y solidaridad entre los socios. Estas capacidades financieras les permitieron impulsar proyectos ejemplares de soberanía alimentaria, ecoturismo y sensibilización ambiental, hogares sustentables, aprovechamiento del bambú y un programa de salud que prioriza la prevención de enfermedades, convirtiendo a la Tosepan en una de las Cooperativas más emblemáticas de México[11].

Sus experiencias y aprendizajes trascendieron a nivel nacional e internacional, ya que sirvieron de base para Sembrando Vida, uno de los programas de carácter social prioritarios del Gobierno de México diseñado para contribuir a revertir la pobreza rural, contener la degradación ambiental y propiciar el arraigo de la población en sus lugares de origen, que se implementó en El Salvador y Honduras junto con el emblemático Jóvenes Construyendo el Futuro, para incidir en los factores estructurales de la migración forzada[12].

El cooperativismo requiere de enormes esfuerzos y gran dedicación, pero sobre todo de la firme convicción de que el poder de una comunidad organizada es mucho mayor que la suma de las capacidades individuales, por lo que funcionan con éxito en muchos países[13]. Lo que no deja de sorprenderme es que a ciertos grupos sociales urbanos de México, quienes solo han experimentado la cohesión social en conciertos y eventos deportivos multitudinarios, les sea imposible imaginar que junto a ellos existan millones de personas que con plena conciencia colectiva persiguen su felicidad en lugar del dinero y el poder. Mientras sigan pensando cómo viven, nunca los veremos agruparse en organizaciones autogestivas para cooperar en la construcción del bienestar común para resistir contra el monopolio de la desigualdad.


[1] Aquellos individuos con más de mil millones de dólares de riqueza acumulada

[2] El monopolio de la desigualdad | Oxfam México

[3] Las 24 familias que se volvieron multimillonarias durante el gobierno de Salinas de Gortari – Infobae

[4] Armando Bartra: La explotación del trabajo no asalariado por el capital | Un Pensamiento Mundano

[5] Voz Náhuatl que tiene un significado de unidad, de identidad, que abarca a todos.

[6] UNIÓN DE COOPERATIVAS TOSEPAN – HIC-AL

[7] El pueblo masewal y el Yeknemilis: Vida Buena – «La Jornada del Campo»

[8] Taewaloni son las historias, voces, imágenes y sonidos del territorio que llevamos en el morral y que nos recuerdan cómo habitamos el territorio y cuidamos la vida.

[9] Al día de hoy los recursos captados por la Caja de Ahorro son suficientes para otorgar los créditos necesarios a la comunidad sin requerir de financiamiento externo.

[10] Las consecuencias del neoliberalismo en México

[11]  “Se trata de una cooperativa ejemplar”: Presidente recibe a integrantes de cooperativa Tosepan, de Puebla.

[12] Evento paralelo: “Sembrando vida y jóvenes construyendo el futuro en Centroamérica y el Caribe”

[13] Según datos de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), a partir de 2021, se estima que más de 1.200 millones de personas en todo el mundo son miembros de cooperativas. Este número incluye a individuos que son miembros directos de cooperativas, así como a aquellos que se benefician de los servicios y productos proporcionados por estas organizaciones cooperativas. Las cooperativas son particularmente populares en países como Italia, España, Francia, Argentina, India y Japón, entre otros, donde tienen una presencia significativa en la economía y la sociedad.

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