La crisis de seguridad en el país no es solamente problema de las policías, sino síntoma del fracaso de todo el modelo económico y social, aseguró Alfonso Durazo.
Ponente de la mesa «La estrategia de seguridad de la 4T» en el Colegio de México, moderada por Sergio Aguayo y replicada por Mónica Serrano, el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) planteó el panorama que enfrenta la Guardia Nacional en el país.
No obstante los avances que pueda lograr el cuerpo federal, es indispensable la profesionalización y colaboración paralela de las policías a nivel estatal y municipal, dijo.
Sin embargo, a la ciudadanía no le importa si la responsabilidad institucional recae en este o aquel orden de gobierno, advierte: lo que les urge son soluciones a la inseguridad.
En una exposición extensa que formó parte del Seminario sobre violencia y paz, el sonorense indicó que no se pueden tener alcances significativos tomando medidas de una y otra corporación. Se necesita unificar criterios.
Otro aspecto central consiste en conformar un servicio policial profesional que permita un ascenso institucionalizado de los elementos, lo que garantiza su seriedad y adiestramiento.
«Es imprescindible construir un servicio policial profesional» que permita que los mandos surjan de manera estructurada de la propia estructura de las instituciones de seguridad, declaró.
Además, puntualizó que el gobierno federal no operará escándalos mediáticos sobre las detenciones y golpes que logre consolidar, porque la estrategia de pacificación busca una perspectiva integral y no el fogonazo sin consecuencias significativas.
«En gobiernos anteriores operó la seguridad por operativos, no, la Guardia Nacional va a tener un despliegue permanente.
«Cada uno de sus elementos va a recabar inteligencia en virtud de su vinculación social, van a tener un cuartel donde van a estar debidamente ubicados».
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Derecho de réplica
La académica Mónica Serrano, a cargo de dar contestación a la exposición de Durazo, reprochó principalmente que la estrategia no menciona a Estados Unidos.
Con su demanda de drogas y su producción y tráfico de armas, el país vecino es determinante de las condiciones de seguridad en el país, dijo, algo que no destaca ni atiende en la letra el proyecto de paz de la SSPC.
Además, casos como los de Canadá y Uruguay evidencian que uno de los motivos de la violencia no es la relación entre delincuencia y pobreza, sino la prohibición de estupefacientes y los intereses que genera un mercado multimillonario.
«Seguimos confiscando a manos llenas», señaló Serrano.
En ese sentido, México muestra un rezago considerable, pues debería estar planteando los criterios para regular un mercado ampliamente codiciado, como el de la mariguana, cuando ni siquiera hay una agenda clara para su despenalización.
En tanto, Sergio Aguayo hizo una amplia consideración sobre el caso de Morelos, donde dice que se vive un riesgo latente de vivir una trágica crisis de violencia. En parte por omisiones del gobierno estatal, a cargo de Cuauhtémoc Blanco.
Baja California, Jalisco, Guanajuato, Veracruz y el Estado de México son los estados prioritarios para la estrategia federal, reviró Durazo, lo que no significa que no se atienda a otros puntos críticos, como Guerrero y Morelos.
«Tenemos una muy buena coordinación con las autoridades estatales. Hay, obviamente, mucho por hacer ahí en el estado. La Guardia ya está desplegada», agregó.
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