Luego de la remoción de México del Embajador de Perú, Manuel Talavera Espinar, por parte del gobierno espurio de Dina Boluarte, el Presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró su condena al autoritarismo que impera en el país sudamericano.
Durante ‘la mañanera’ de este lunes, el Primer Mandatario sostuvo que el Gobierno de la Transformación no aceptará la farsa que ha significado el proceso político que derivó al Golpe de Estado al Presidente democráticamente electo, Pedro Castillo, y la administración que surgió después.
“Nosotros no aceptamos toda la farsa que ha significado la destitución del Presidente Pedro Castillo, porque no se respetó la voluntad del Pueblo de Perú: se pisoteó la democracia y se cometió una gran injusticia al destituirlo y encarcelarlo”, declaró.
En tanto que desestimó las acciones “diplomáticas” que ha tomado Boluarte, a quien acusó que establecerse “de facto”. “Un gobierno autoritario, represor, y nosotros no coincidimos con eso”. Además, agregó, “molesta mucho que todos callen; son muy hipócritas”.
“La prensa mundial, los periódicos más famosos, la OEA, ONU, las organizaciones de derechos humanos, nadie habla de esa injusticia”, insistió.
El Presidente López Obrador arremetió contra la dirigente conservadora, pues remarcó que se trata de “una gran injusticia”, de la que “no se puede quedar uno callado y lo vamos a seguir haciendo”. Además, la tachó de facilitadora de la oligarquía que se quiere mantener en el poder “saqueando los bienes naturales” del Perú y que necesita a “un títere, un pelele, un gobernante a modo y un Congreso también”.
AMLO ha insistido que Boluarte ni siquiera tiene el apoyo de un sector de la población, pues registra tan sólo el 15 por ciento de aceptación entre los peruanos, según las últimas estimaciones; mientras que el Congreso, el que destituyó a Castillo, cuenta con el respaldo del 10 por ciento de la población.
Destitución de Embajador peruano
El pasado 24 de febrero, Boluarte declaró que “el Señor López viola el principio del derecho internacional sobre la no injerencia en asuntos internos”, luego de que AMLO le recordara que es una “presidenta espuria”, emanada del golpe a un gobierno legítimo.
“He dispuesto el retiro definitivo de nuestro embajador en los Estados Unidos Mexicanos y de esta manera las relaciones diplomáticas entre Perú y México quedan formalmente en calidad de encargados de negocios”, manifestó la dignataria espuria al cuestionar el apoyo de López Obrador a Pedro Castillo.
Tras ello, la Secretaría de Relaciones Exteriores, lamentó la decisión del “actual gobierno de la República del Perú” de reducir el nivel de relaciones diplomáticos entre dos países históricamente hermanados.
En tanto que “el Gobierno de México mantendrá su nivel de representación diplomática y consular para promover los vínculos entre nuestros pueblos y brindar atención a la comunidad mexicana en Perú, al tiempo que reitera su convicción de mantener abiertos los canales de comunicación diplomáticos en beneficio de ambas sociedades”.
