Ricardo Salinas Pliego, empresario y dueño de Grupo Salinas, mantiene un adeudo con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) por 63 mil millones de pesos, según un análisis del CEFP basado en datos de la Secretaría de Haciendo y Crédito Público.
La cifra supera los presupuestos federales de estados como Colima (18,655 mdp), Baja California Sur (20,517 mdp), Campeche (23,920 mdp), Nayarit (27,046 mdp) y Tlaxcala (27,948 mdp), e incluso es mayor que los recursos asignados a algunas de las entidades más pobladas y estratégicas del país, como la CDMX y el Estado de México, si se consideran partidas extraordinarias.
Mientras millones de mexicanos pagan impuestos puntualmente, Salinas Pliego acumula fortunas y se burla de la ley. Este es un ejemplo claro de privilegios y desigualdad fiscal, donde los ricos pueden esquivar responsabilidades que el pueblo sí cumple.
Especialistas advierten que este caso pone en evidencia la enorme desigualdad fiscal en México, donde grandes corporaciones pueden acumular adeudos multimillonarios mientras ciudadanos y pequeñas empresas cumplen puntualmente con sus obligaciones tributarias.
El caso de Salinas Pliego reabre el debate sobre la efectividad de la fiscalización y la necesidad de sanciones contra quienes intentan esquivar impuestos a gran escala.
