Es bien conocida la trayectoria del empresario Enrique Krauze como paladín y beneficiario de la época neoliberal. Entre sus actos más recordados se encuentra su constante campaña sucia contra el hoy presidente López Obrador. Menos conocidos son los jugosos contratos que su revista recibía 一vía publicidad一 de parte de los gobiernos panistas y priístas por defender iniciativas como la Reforma Energética.
Otra faceta de Krauze que queda por revisar es su apoyo a la llamada “Guerra contra el Narco” durante el mandato de Felipe Calderón (2006-2012), una política que ya fue evidenciada como una simulación a partir de la reciente detención en Estados Unidos de Genaro García Luna (Secretario de Seguridad Pública con Calderón), por sus vínculos con el crimen organizado. Por lo tanto, los siguientes datos son un primer intento de reconstruir esa dolorosa parte de la historia reciente de México que se conoce como la “Guerra contra el Narco”, sobre todo la que compete al discurso usado para explicar y justificar algo que en los hechos sólo dejó miles de muertos y desaparecidos.
En un texto titulado “La evolución mexicana”, aparecido en marzo de 2009 en Letras Libres, Krauze ya justificaba el actuar del entonces presidente Felipe Calderón en su enfrentamiento contra el crimen organizado. Refería cifras ambiguas. Hablaba de que el Ejército había ya “alcanzado algunas victorias en aseguramientos y decomisos relacionados con la droga”. Por otra parte, reconocía la inquietud existente entre la población ante la violencia desatada, pero aún así sólo la instaba a colaborar con el Estado, mientras que su dolor lo minimizaba en frases como: “Amplios sectores soportan los hechos como si fueran una pesadilla de la que basta despertar para que desaparezca. No desaparecerá”. Finalmente, a los medios de comunicación que cubrían los hechos sangrientos derivados del conflicto, los tildaba de sensacionalistas: “la prensa escrita ha ido más allá de los límites de información y comunicación publicando continuamente las más atroces imágenes de la guerra contra el narcotráfico, en una práctica que colinda por momentos con la pornografía de la violencia”.
En el año 2010 se celebraron el centenario y el bicentenario de la Independencia y la Revolución mexicana. Krauze colaboró en un libro publicado a propósito y que simplemente se tituló Historia de México. La edición corrió a cargo del Fondo de Cultura Económica y la Secretaría de Educación Pública, mientras que los autores participantes eran parte de la Academia Mexicana de la Historia, correspondiente de la de Madrid. En su texto, que lleva como título “México contemporáneo”, Krauze dedicó un apartado de dos páginas al tema que nos compete, y lo llamó “Narcotráfico, una guerra necesaria”. En este, el empresario escribió:
En este conflicto, que además de una guerra contra el crimen organizado es una guerra entre cárteles, han muerto, entre el 2 de diciembre de 2006 y el 2 de diciembre de 2008, 7882 personas, 68 de ellas militares y 800 policías. A pesar de estas bajas, los resultados son los mejores de la historia del combate al narcotráfico. Entre los éxitos se halla la captura de dos funcionarios de inteligencia y tres agentes federales que suministraban información al Cártel de Sinaloa desde 2004.
En sus cuentas, Krauze no aludía a la cifra de civiles muertos, puesto que sería muy mayor a la de militares y policías, y se vería mal en su texto. Pero al no mencionarla criminalizaba de un plumazo a todos los muertos. Tal era la única forma de justificar que el derramamiento de sangre era de menor importancia ante la captura de cinco espías en una guerra que, ahora sabemos, era mera simulación.
El apoyo del ingeniero Krauze a la estrategia de guerra de Calderón era reticente. Sin embargo, para en 2011, tras el surgimiento del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), debió alterar su discurso. En un primer momento, el empresario se había mostrado escéptico ante este movimiento encabezado por el poeta Javier Sicilia. Esto lo analizó atinadamente el investigador Francisco Segovia en un artículo publicado en la revista Proceso el 4 de junio de 2011.
Segovia criticaba la postura contradictoria de Krauze ante el MPJD. Por una parte, el empresario afirmaba que el movimiento no tenía rumbo, porque no proponía nada en concreto, pero al mismo tiempo le pedía a Sicilia que no actuara como los políticos, es decir, que propusiera soluciones. Una solución que daba el MPJD era la resistencia civil pacífica (al estilo de Gandhi), que Krauze calificó de ingenua. Ante la falta de una contrapropuesta del empresario, Segovia remataba su reflexión: “En cualquier caso, la descalificación del pacifismo sirve para apoyar el uso de la fuerza militar en el combate al crimen organizado”.
El investigador Segovia le hizo un jaque mate a Krauze y evidenció su apoyo a la estrategia mortal de Calderón. Después de esto, el empresario se vio en la necesidad de cambiar de táctica pero no de estrategia: atendió a Sicilia, le dio espacio en su revista, lo invitó a presentar sus libros, lo convenció de que no debía buscar el poder, que la búsqueda de la justicia sólo hay que exigirla afuera, no conquistarla adentro del aparato estatal. Krauze logró neutralizar a Sicilia, pero no al pueblo mexicano que votó a favor del fin de la guerra el 1 de julio de 2018.
Sirvan estos datos para un libro que aún está por redactarse y que podría llamarse “Los intelectuales de la Guerra contra el Narco”
Adrián Gerardo Rodríguez
Profesor e investigador. Maestro en Historia por la Universidad de Guadalajara y Doctorante en el Posgrado en Historiografía de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco.
@AdrianGerardoRS