Con las trabajadoras del hogar

Con las trabajadoras del hogar

Un particular reconocimiento a Renata Turrent y Leyla Acedo quienes condujeron la Conferencia de Seguridad para Trabajadoras del Hogar, así como a todo el equipo que co-escribió el cuaderno Seguridad Social para personas trabajadoras del hogar en México: una propuesta.

Ningún bien hace a las trabajadoras del hogar que el patrón prefiera pagar un médico privado cuando se enfermen, que inscribirlas al Seguro Social. Hacer esto solo logra condicionar la salud de la trabajadora a una incierta relación laboral y personal con sus empleadores. Sin registro en el IMSS, además se cuartan otros derechos como los servicios de guarderías, las prestaciones sociales y no hay cotización alguna de semanas para el retiro.

En nuestro país, las trabajadoras del hogar ejercen una labor que, por sus particularidades, ha vulnerado sus derechos profundamente. Se trata de un trabajo históricamente asignado a mujeres, vinculado a una desigualdad estructural, no solo por el género, sino también porque lo atraviesan otros factores como un precario estrato social , la raza y la nacionalidad.

Es un empleo mal remunerado, en el que una de cada cuatro trabajadoras gana por debajo de la Línea de Bienestar económico; y donde la mitad percibe un sueldo menor a 3 mil pesos mensuales. Un oficio en el que, por trabajos iguales, a los hombres se les remunera más, pues por cada trabajador del hogar que gana menos de un salario mínimo hay 27 mujeres.

Se trata de un trabajo donde, debido a que los acuerdos entre patrones y trabajadoras se basa comúnmente en arreglos de palabra y no con un contrato, hay informalidad en la relación, haciendo que las obligaciones patronales sean comprendidas como un favor personal y no como un derecho de la trabajadora que le da libertad para elegir las condiciones, dónde y con quién quiere trabajar.

Desde diciembre del año pasado fue declarada anticonstitucional la contratación de trabajadoras del hogar sin inscribirlas al IMSS, y se echó a andar un programa piloto de inscripción así como el diseño de una Ley en esta materia. No pueden caber en esta Transformación Nacional modalidades laborales que excluyan a las y los mexicanos de los Servicios Gubernamentales para garantizar su dignidad, el pleno ejercicio y desarrollo de sus derechos fundamentales.

Camila Martínez Gutiérrez. Estudiante de Comunicación Política en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y tiene estudios en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca. Fue integrante del Primer Parlamento de Mujeres de la Ciudad de México.

@CamMttz

Otros textos de la autora:

-Cómo construir un feminismo legítimo

-Sí, amnistía

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