Renata Turrent

Feminismo y epidemiología

Renata Turrent

 

En la coyuntura de México existen dos temas obvios que se vienen a la cabeza cuando pensamos en la intersección entre el feminismo y la epidemiología. El primero es ridículo pero desgraciadamente cierto y es que en la oposición mexicana pasaron de ser feministas a ser epidemiólogos. La segunda e importante se trata de pensar en cómo abordar una epidemia con enfoque feminista. Antes de abordar la segunda vale la pena evidenciar a quienes aparentemente se trepan de cualquier liana con tal de golpear al gobierno actual. 

Ayer eran feministos y hoy ya son expertos en gestión de epidemias y ven en el Coronavirus un aliado político viable ante la falta de una oposición seria y la ausencia de un proyecto de nación. A esta gente le importa la salud pública lo mismo que les importa el feminismo, lo que sí les interesa es tratar de tirar la 4T y están dispuestos como lo han hecho antes a cruzar cualquier línea ética para lograrlo. Son incluso capaces de capitalizar de una emergencia global que acabará con muchas vidas y tendrá impactos económicos gravísimos sobre todo en los y las más pobres. En vez de estar difundiendo fake news y pánico podrían estar usando sus plataformas para difundir campañas de prevención de contagios. Si son periodistas hasta podrían ir a las conferencias vespertinas, informarse y reportar con ética para salvar cientos de vidas pero parece que mucho les importa sacar raja política y muy poco el bien común. 

Pasando a temas que sí pueden ayudar a mejorar la vida de la gente es pertinente plantear e impulsar algunas políticas laborales que rompan con la imposición de las dobles jornadas para las mujeres. Si bien estas recomendaciones no necesariamente tendrán un impacto estructural, con la suspensión de clases a partir de la semana que entra, habrá una disrupción en la vida diaria de las madres y los padres. Especialmente porque las abuelas, quienes en muchísimas ocasiones son quienes se encargan de estas labores cuando no hay clases, son una población muy vulnerable y no deben hacerlo. 

Aquí sólo algunas de las acciones que se pueden tomar para que la cuarentena no tenga un doble impacto negativo en las mujeres. 

  1. Las trabajadoras del hogar son trabajadoras (suena obvio pero este es uno de los múltiples problemas que causa la retórica de “la persona que me ayuda en la casa”, que contribuye a normalizar la disolución de las responsabilidades patronales) y los y las empleadores tienen la obligación de cumplir las leyes laborales, incluyendo, claramente, el pago de salario. Y si aún no lo hacen es fundamental que afilien a las trabajadoras del hogar al IMSS. Pueden hacerlo aquí antes del 20 de marzo para que estén cubiertas a partir del 1 de abril. 

  2. En empresas que vayan a implementar el trabajo desde casa (home office) deben hacerlo para madres y padres. De sólo hacerlo con las madres, se vuelve a asignar el rol de cuidados exclusivamente a las madres.  

  3. Los hombres deben responsabilizarse de las labores del hogar y de cuidados de una manera justa. Lo ideal sería que empezaran en la cuarentena y lo mantuvieran hacia adelante.

 

Renata Turrent. Maestra en políticas públicas por UCLA con especialidad en trabajo social y licenciada en economía por el Tecnológico de Monterrey. Profesora de desarrollo económico y género en la UNAM y experta en políticas públicas con enfoque feminista. Ha trabajado en el desarrollo e implementación de programas de reinserción para jóvenes privados de su libertad. 

Twitter:@rturrent

 

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