Al declararse culpable de un único cargo por conspirar para obtener y difundir información de seguridad nacional, Julian Assange, programador y fundador de la plataforma WikiLeaks, es liberado después de 5 años de estar encarcelado y aislado en una celda de 2×3 metros durante 23 horas al día en la prisión británica de Belmarsh. Además de los graves crímenes divulgados por el activista desde 2006 —que permanecen impunes[1]—, fue lamentable ver que, al darle la espalda al periodista, medios de información como The New York Times[2] o The Guardian —que fueron cómplices en la difusión de las filtraciones de Wikileaks— permitieron que se asentara el precedente que señala como actividad ilícita hacer periodismo de investigación.
Julian Assange es una de las figuras más influyentes del siglo XXI. Su prestigio y popularidad despertó el interés de la generación del internet[3] por el manejo de asuntos geopolíticos. Es reconocido por transformar radicalmente el sistema global de construcción de conocimiento, ya que al proliferar las plataformas digitales colaborativas de filtración y denuncia de abusos de poder que emularon a WikiLeaks, las élites dominantes perdieron el control de los flujos de creación, difusión e interpretación de la información[4]. Con esto elevó la conciencia pública sobre la corrupción, el abuso de poder y las operaciones encubiertas de gobiernos y corporaciones, alimentando la desconfianza de las instituciones públicas y privadas alrededor del mundo[5]. México no fue la excepción, en 2010, gracias al “Cablegate” —la filtración de más de 250,000 despachos diplomáticos, entre el Departamento de Estado de EE. UU. y sus embajadas alrededor del mundo—, supimos cómo operó el complot en contra de AMLO en las elecciones de 2006[6].
Según la nota de asuntos exteriores 06-MEXICO-820, José Julián Sidaoui[7] —un subgobernador del Banco de México— se presentó en la Embajada de los Estados Unidos en México el 9 de febrero de aquel año, cuando la popularidad de Andrés Manuel López Obrador llegó a su punto más alto, para decir que si el candidato del PRD ganaba las elecciones gobernaría como Hugo Chávez en Venezuela, lo que representaba una amenaza para el crecimiento y estabilidad económica del país. Fue con estas declaraciones sin sustento que se construyeron los argumentos de la absurda campaña sucia: “AMLO, un peligro para México”, que difundió de manera ilegal el Consejo Coordinador Empresarial durante las campañas[8].
De acuerdo con el mensaje oficial 06-VATICAN-6, el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, arzobispo de Guadalajara, visitó el 28 de marzo la sede diplomática de los EE. UU. en el Vaticano. Ahí expresó su preocupación por la creciente presencia de líderes de izquierda en América Latina y preguntó si el presidente Bush ayudaría a promover entre los pobres de la región los beneficios del libre mercado, reconociendo también que la Iglesia Católica podría desempeñar un papel más importante en esa tarea[9].
El 14 de junio —a dos semanas de las elecciones— el consejero del Instituto Federal Electoral, Arturo Sánchez Gutiérrez,[10] visitó la sede diplomática de los estadounidenses en la Ciudad de México. La correspondencia diplomática 06-MEXICO-3309 reveló los detalles de cómo el IFE y el TRIFE manejarían los resultados de la cerrada contienda electoral para favorecer al candidato del PAN, poniendo en evidencia la parcialidad de las instituciones electorales el país, aunque en el reporte no se dio la razón de la visita del árbitro electoral a la Embajada.
Cuauhtémoc Cárdenas fue el último personaje de esta trama que desfiló aquel año por la delegación norteamericana para criticar las medidas de protesta emprendidas por AMLO y defender a Felipe Calderón, argumentando que podía ser mejor presidente que Vicente Fox. Las revelaciones del informe diplomático 06-MEXICO-6867 les recordaría a muchos simpatizantes del PRD que Cárdenas no hizo nada para defender su triunfo electoral ante el fraude de 1988[11].
¡Gracias, Assange!, porque tus filtraciones en WikiLeaks —al mostrar al desnudo la actuación de líderes políticos y empresariales; funcionarios públicos de organismos constitucionales autónomos[12], autoridades electorales y hasta “príncipes de la Iglesia”— impulsaron la politización que abrió los ojos de la gran mayoría de los mexicanos[13]. Así, estas instituciones representadas de forma tan indigna por los individuos exhibidos en los cables diplomáticos, entraron en un espiral de desprestigio, que si no desaparecieron, ahora son irrelevantes. En cuanto a aquellas entidades indispensables —como el Poder Judicial— enfrentan ya el impostergable proceso de transformación democrática y escrutinio popular para construir la vida pública que merecemos en México.
[1] Julian Assange y México. Por Fabrizio Mejía ¬ Video columna
[2] Lo que hay que saber sobre Julian Assange y su acuerdo de culpabilidad – The New York Times
[3] Es la generación de las personas que crecieron con acceso a internet y cuya vida cotidiana ha sido significativamente influenciada por la tecnología digital y la conectividad en línea.
[4] «El enemigo número 1 es la ignorancia….» Julian Assange
[5] Otras de las notables filtraciones son el video clasificado del ejército norteameriano Collateral Murder que muestra un ataque aéreo en Bagdad en 2007, donde murieron civiles y periodistas, los documentos que detallan las detenciones y condiciones en la prisión de Guantánamo y los Correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata de 2016 que afectaron la campaña presidencial de Hillary Clinton.
[6] Las pruebas-del-complo-reporte-indigo-250 | PPT
[7] Jose Julian Sidaoui, Pulso Económico (Reforma) / Por Jonathan Heath.
[8] Recopilación de spots contra Andrés Manuel López Obrador en 2006
[9] En el cable del Vaticano también quedó asentado que además de hablar mal de AMLO, el Arzobispo de Guadalajara aseguró al embajador Rooney que el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, asesinado en mayo de 1993 supuestamente en medio de una balacera entre los Arellano Félix y Joaquín Guzmán Loera, en realidad había sido ejecutado por el gobierno de México, entonces encabezado por Carlos Salinas de Gortari.
[10] Página de Arturo Sánchez Gutiérrez
[11] El contendiente del PAN en las polémicas elecciones de 1988, Manuel J. Clouthier «Maquío», no llegó a reconocer a Carlos Salinas de Gortari como presidente legítimo de México antes de morir el 1ro de octubre de 1989 en un accidente automovilístico.
[12] La autonomía a los órganos constitucionales autónomos ha sido una simulación muy sofisticada y onerosa que desvía la atención de quienes ostentan el verdadero poder
[13] Esta señora, de un pequeño poblado de Jalisco llamado Temacapulín, entiende más de política