Esta semana salió la noticia de que agarraron a Luis Cárdenas Palomino. Dicen que era la mano derecha de García Luna. También dicen que los dos trabajaban para el narco. Yo me pregunto: ¿cuál narco, si en México eso no existía hasta que llegó Este Señor? México era otro, un país muy tranquilo, en el que los Presidentes sólo trabajaban medio día, y todos mis amigos vivían del gobierno. Me acuerdo de mis amigas de las ONGs, recibían carretadas de dinero. ¡Los medios y los intelectuales también, todo el mundo!
Yo me acuerdo que me iba al club con mis amigas todos los días, nos asoleábamos y nos tomábamos unos coctelitos, y éramos muy felices mientras nuestros hijos nadaban o jugaban tenis. Nuestra preocupación máxima era la organización de nuestros viajes al extranjero. Fuera de eso, la vida era perfecta. Tan es así, que García Luna trabajó con Felipe muchos años y Felipe nunca se dio cuenta de su existencia, porque era policía o algo así. Y no necesitábamos policías de tan tranquilos que estábamos. Sólo del Estado Mayor Presidencial, ¡pero sus integrantes eran bien lindos!
García Luna era un excelente colaborador, de esos que ni se ven ni se sienten. No sé por qué lo acusan de criminal; seguro es una venganza, porque Felipe jamás vio nada de nada. Y él hasta las 2 de la tarde estaba muy pendiente de todo. Y luego este Cárdenas Palomino, que resultó un torturador ¡Háganme el favor! Yo creo que Felipe tampoco lo conoció. Es que es imposible conocer a todos los empleados, ¿no? Con tantos puestos que crearon Fox y Felipe, estaba muy difícil. ¡Vivían preocupados por crear empleos! Y por eso, ¡eran miles! Además, a Felipe no le gustaba salir mucho de su bunker. Era su lugar preferido. Se pasaba horas ahí vestido de militar. Como que eso lo hacía sentir importante y tomado en cuenta. Qué tiempos aquellos, ¿no? Me preocupa mucho que se le estén olvidando muchas cosas, eso sí. Pero también es entendible: la gente tiende a bloquear los malos recuerdos. Y no se por qué todo lo de García Luna le debe traer malos recuerdos, porque de plano no se acuerda de nada. Yo creo que también debió tener gente que lo envidiaba mucho y no le informaba nada. Porque tampoco sabía nada. Claro que eso yo no lo comento con mi mamá, porque simplemente no me puedo comunicar con ella. No me cree que Felipe no sepa quién es García Luna. Es algo que la rebasa, porque ya no quiere razonar. Ella todo lo procesa con el estómago. Y yo, la verdad soy muy mental. Por eso, para discutir con los chairos yo siempre doy argumentos. Ella, al contrario, siempre me pregunta: ¿qué hicieron con todos los ingresos petroleros? O, ¿por qué hicieron una guerra a lo pend….? (ella es mal hablada). Yo no le contesto porque son temas que no me interesan. Y pues así estamos. Ya no como en su casa y me cae muy gorda. En fin… ¿Les suena?