Por: Diego Iván López
El pasado 6 de junio tuvimos en México las elecciones intermedias, también llamadas «las más grandes de la historia», por el número de cargos de elección popular que se disputaron. Destacaron la Cámara de Diputados—300 por el principio de mayoría relativa y 200 por representación proporcional— y 15 gubernaturas. Los comicios levantaron gran revuelo en el país, pero también más allá de nuestras fronteras.
En mayo, la revista británica The Economist publicó un texto bajo el título “Mexico’s false messiah”. La portada para Latinoamérica fue dedicada al Presidente Andrés Manuel López Obrador, a quién tachó de «falso mesías» y de «peligro para la democracia». La revista hizo un llamado al gobierno estadounidense a «poner atención» al «autoritarismo rampante en su patio trasero». La editorial hizo recordar al ensayo El Mesías tropical de Enrique Krauze en 2006, el discurso y lo adjetivos son muy similares.
La publicación se dirigió a los electores mexicanos y sugirió «frenar a su presidente (AMLO) hambriento de poder» y señaló que «tienen una oportunidad de restringir a su presidente al repeler a su partido, Morena». Por su parte, López Obrador respondió a The Economist en su conferencia matutina: “Ahora están molestos porque la gente está apoyando una transformación, entonces sacan esta portada majadera, muy grosera, mentirosa», expresó el mandatario.
El texto de The Economist denunció las reformas a la Ley Eléctrica y a la Ley de Hidrocarburos —que le dan prioridad al sector energético nacional—; además, la portada se publicó días después de que López Obrador anunciara la compra total de la Refinería Deer Park en Texas por parte del Gobierno mexicano. Otro dato importante es que la editorial salió a solo 10 días de las elecciones.
The Economist es una revista en favor del (neo)liberalismo económico y la apertura del mercado. Pero no es la única que ha dedicado portadas a los mandatarios mexicanos, se recuerda aquella de la revista Time ‘Saving México’ antes de la debacle del sexenio de Enrique Peña Nieto. Dos títulos contrastantes entre ambos mandatarios, así como sus gestiones.
El expresidente Peña Nieto, a través del ‘Pacto por México’, promovió la Reforma Energética en favor de la apertura a la inversión privada nacional y extranjera en el sector energético. Los beneficios quedaron a la deriva, no se bajaron los costos de la luz, la gasolina, ni de los derivados del hidrocarburo. Las grandes petroleras anglosajonas aprovecharon la oportunidad y realizaron negocios millonarios al abrirse el mercado mexicano de la industria energética. La propuesta de López Obrador ha sido recuperar la soberanía energética a través de las paraestatales: Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Pero el interés por los comicios mexicanos también estuvo en Estados Unidos. AMLO acusó al empresario Claudio X. González, líder de la alianza ‘Va por México’, de recibir recursos económicos provenientes del Gobierno norteamericano. El Presidente señaló que la organización Mexicanos Contra la Corrupción recibió alrededor de 50 millones de pesos desde el 2018, financiados por la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID).
El 6 de junio se jugó más que el futuro del país. Los intereses se vislumbraron en ambos lados del Atlántico, pero hoy podemos decir que la Cuarta Transformación se confirmó por la vía electoral.
@DiegoI_Lopez
Periodista formado UNAM. Analista político y columnista en Sin Línea MX. Autor del blog: Punto Crítico.