Chihuahua podría tener a su primera candidata a la Presidencia de la República en 2024. Todavía no pasaba ni un mes de que comenzara su mandato y los medios contrarios al actual Gobierno ya comienzan a inflarla rumbo a la carrera presidencial. Tal es el caso de “Latinus” por medio del talk show del payaso Brozo, donde le ponía la bola facilita para que ella bateara las preguntas hacia donde quisiese. Ante la caída en desgracia de Ricardo Anaya al huir de la justicia, la orden de aprehensión de Cabeza de Vaca y los bajísimos niveles de conocimiento de otros posibles candidatos como Mauricio Kuri y Alejandro Moreno, se perfila una mujer como la portadora de los intereses de la derecha.
Hay todavía por delante muchas posibles ecuaciones que resolver en el camino, pero la derecha sabe que montarse en el discurso del género será una fachada que bien podrían utilizar para simular un aparente progresismo que no será otra cosa más que la herramienta electoral para ganar adeptos. Sin embargo, es público que Maru Campos está en contra de los derechos reproductivos de las mujeres, a pesar de las resoluciones de la SCJN y el avance de la marea verde en Latinoamérica y el mundo.
Se sabe que sus políticas van encaminadas a favorecer a los de arriba; grandes cabilderos de transnacionales que ven con voracidad a Chihuahua para llenar sus bolsillos en menoscabo de la clase trabajadora y, lo que es una enorme ‘red flag’, es su cercanía con Felipe Calderón, quien dejó ríos de sangre en al estado y al país con sus pésimas estrategias de guerra que hoy sabemos que beneficiaron a un cártel de la droga.
Me atrevo a decir que al bloque opositor no le alcanzará para ganarle a Morena, así pongan a Maru Campos o a algún otro candidato que, como se ven las cosas, pareciera requisito tener abierto un proceso judicial para ser estar en la lista de posibles precandidatos a la grande.
Hoy por hoy, los antagonismos se juegan al interior del movimiento encabezado por López Obrador, quien adelantó la sucesión; donde los codazos, puntapiés y dardos críticos se comienzan a ver conforme pasan los meses. Me parece que es normal dentro de un proceso democrático. Lo importante es que Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal y Claudia Sheinbaum tengan altura de miras para cerrar filas frente al candidato o candidata que le dé continuidad al Proyecto de Nación rumbo a su consolidación en el siguiente sexenio.
De no hacerlo, se estará abriendo una puerta muy peligrosa al fascismo que comienza a crecer poco a poco en organizaciones como FRENAAA, México Libre y las clases medias que históricamente, en momentos de transformación, comulgan con la alta burguesía a pesar de que ésta al llegar al poder vaya contra sus intereses como sector social. Maru Campos tiene el perfil ideológico para encabezar esa pretensión política, es importante advertirlo antes de que sea demasiado tarde.
